lunes, 26 de marzo de 2012

Vendrán lluvias suaves


Vendrán las lluvias suaves y el olor a tierra
Y el leve ruido del vuelo de las golondrinas



El canto nocturno de los sapos en los charcos

La trémula blancura del ciruelo silvestre


Los ruiseñores con sus plumas de fuego

Silbando sus caprichos en la alambrada



Y ninguno sabrá si hay guerra

Ni le importará el final, cuando termine



A nadie le importaría, ni al pájaro ni al árbol,

Si desapareciera la humanidad



Ni la primavera, al despertar al alba,

Se enteraría de que ya no estamos.


Poema de Sara Teasdale


viernes, 16 de marzo de 2012

Salchicha Bradbury


(Foto: The Brooklyn Paper)

Iba siendo difícil de encontrar algo de comer en Marte... hasta que el emprendedor de Parkhill, uno de los astronautas de la cuarta expedición, se decidió a abrir el que tenía que ser el negocio galáctico del siglo XXI: ¡un puesto de hot dogs!


Y si repasamos la comida que ha desfilado por la Sartén Littéraire, sea frankfurt alemán, sea hot dog americano... ¡casi siempre acaba apareciendo la dichosa salchicha!

jueves, 8 de marzo de 2012

Lanzallamas Bradbury


Oscar Halling
Retrato de Edgar Allan Poe,
1860

Después de homenajear a Lord Byron, le tocó el turno a Edgar Allan Poe en el doblemente fantástico e infinitamente maravilloso cuento Usher II. El protagonista se construye una casa en Marte a imagen y semejanza de la casa Usher de Poe. Además, en este mismo cuento, Bradbury habla por primera vez de la quema de libros, un tema que daría lugar, tres años más tarde, a una de sus mejores novelas: Farenheit 451.

Atención sartencitos y amigos lectores en general,
estas imágenes pueden herir su sensibilidad:


martes, 6 de marzo de 2012

Honorato, ¿miramos la tele un rato?


Pues sí, Crónicas marcianas tuvo también su adaptación cinematográfica, pero fue en forma de miniserie para la pequeña pantalla, en el año 1980. Tres únicos capítulos dirigidos por Michael Anderson, realizador británico muy dado al género fantástico que tiene en su haber varias adaptaciones de novelas de Julio Verne, La fuga de Logan (esa joya scf kitsch setentera) o también (las daremos por extraterrestres...) Las sandalias del pescador, quizás su película más famosa, que fue seguida por la menos conocida La papisa Juana, seguro que para aprovechar el tirón místico.


Crónicas marcianas, la miniserie, estuvo protagonizada nada más ni nada menos que por Rock Hudson. El gran actor y galán de la época dorada de Hollywood sobre el que la madre de Samedimanche dijo una vez: ¡¿Rock Hudson maricón!? Hay que ver qué pena, con lo guapo que era. Interpreta el papel del coronel John Wilder y entonces tenía 55 años. Cinco años antes de morir a causa del SIDA. Pero no negarán que aún peinando canas, Hudson conservaba intactos su atractivo y saber hacer. O en todo caso, peor aparece el marciano! No le miren a los ojos, pide a gritos que alguien le traiga de la Tierra un buen colirio.Y qué me dicen de la moda en Marte, esa caída de la túnica marcando pezón, más que unisex, directamente transex. Eso sí, muy limpio, hasta lleva la manicura francesa! Y el peinado, muy cómodo. Sin palabras para la escenografía y los efectos especiales... Así empezaban los ochenta, que década tan gloriosa! Aunque no les extrañe si hoy es considerada una serie de culto, suele pasar. En fin, de lo que pueden estar seguros es que lo mejor sin duda son las bonitas palabras que un día escribió Ray Bradbury, escuchen si no:


sábado, 3 de marzo de 2012

Aunque siga brillando la luna


Thomas Phillips
Retrato de Lord Byron,
1813

Así es, no volveremos a vagar

Tan tarde en la noche,

Aunque el corazón siga amando
Y la luna conserve el mismo brillo.

Pues así como la espada gasta su vaina,

Y el alma consume el pecho,

Asimismo el corazón debe detenerse a respirar,

E incluso el Amor debe descansar.

Aunque la noche fue hecha para amar,

Y los días vuelven demasiado pronto,

Aún así no volveremos a vagar

A la luz de la luna.

No volveremos a vagar de Lord Byron, el último poeta marciano.