Noche de La Sartén littéraire para reunirnos y hablar primero de Príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra de John Irving (en Getafe, tierra de frío polar, las celebraciones no lo permitieron…) y en segundo lugar de 84 Charing Cross Road de Helen Hanff.
(Se ve en la foto: el vino tinto, las crackers, el pastel de salmón. No se ven: las madalenas caseras, el queso en aceite, la tarta tatin, las tortillas, los hot dogs. Todo rico, ¡muy rico!)
Príncipes de Maine... gustó en general, sobre todo ese mundo de Saint Cloud's hecho a medida del Dr. Larch, con sus fieles enfermeras Elda y Ángela, los niños creciendo y por colocar, la potente Melony, el pansinsal de Homer, las lecturas de Charles Dickens y Charlotte Brontë, las jóvenes embarazadas apeándose del tren camino del orfanato… No gustó tanto en cambio el mundo de Vista al Mar con ese triangulo amoroso entre Homer, Candy y Wally, pero sí la vida en la casa de la sidra y sus normas, que en realidad eran las del Sr. Rose, de quien se apuntó que podría considerarse con el Dr. Larch el segundo gran protagonista de la novela ¡Menudos personajes tiene esta novela! Se reconoció que además estaba muy bien escrita, aunque Irving es tan descriptivo que con tanto detalle podía llegar a cansar al lector que prefiera ponerse a imaginar un poco más. Con mayoría femenina en La Sartén, era casi lógico que la conversación derivara al final hacia qué se siente durante las visitas al ginecólogo, noble oficio rebautizado (entrada ya la noche y con unas copitas…) como el trabajador del chocho… que finura en La Sartén!
84, Charing... un libro muy emotivo, con una historia de amistad transoceánica preciosa que nos caló. Transmite muy bien el placer de encontrar en el mundo a gente maravillosa. Compartir la pasión por los libros y mucho más. Por cierto, ¡Qué libros! Un nivel alto altísimo el de la Hanff, y al que sólo encontramos una explicación: ¡la literatura inglesa era sin duda SU TEMA! Muy culta y además todo carácter y humor ácido la señora, así que a unos tanta excentricidad no les gustó nada y a otros les cayó la mar de simpática, como suele pasar con estas personalidades fuertes. Disfrutamos con agrado el sutil retrato de una época en tiempos difíciles (precioso nos pareció el envío de paquetes con alimentos y la gratitud correspondida con joyas del calibre de un mantel de hilo irlandés bordado a mano…), con Londres visto des de Nueva York como ese paraíso de la cultura del viejo continente y reconstruyéndose tras el paso por la Segunda Guerra Mundial. Un libro corto que no se hizo corto porque sus apenas cien páginas nos parecieron la medida justa para la bonita historia que se teje entre las cartas de Helen y Doel.
Hanff, Helene. 84, Charing Cross Road. Traducción de Javier Calzada. Barcelona: Anagrama, 2002. (Panorama de narrativas ; 522). 128 pág. ISBN 978-84-339-6982-8.
(Las notas (a ordenador, ¡qué repelente!) para no dejarse nada en el tintero!)
3 comentarios:
Muy buen resumen de la velada. ¿Se podrían ver las fotos del pastel de salmón que preparó el siempre eficaz Toronto?
Jo,tengo muy buenos recuerdos de esa noche si!.
Pero en especial,el pastel de Toronto!!.
Que buena mano tiene usted pechu!!.
Anda, que éxito el pastel! Pero a mi que me gusta mucho el dulce, disfruté más con las madalenas de P. y con la tatin (de la Mauri!) que trajo B. Y todavía tengo sidra en la nevera... qué de gases... y comí tortilla con pan bimbo toda la semana... que la comida no se tira! En el apartado humano nos faltó R. Y bueno, que los libros también me gustaron eh!
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