Qué sería de Don Quijote sin Sancho Panza, de Sherlock Holmes sin el doctor Watson, de Jeckyll sin Hyde, de Astérix sin Obélix... con el permiso del señor Pickwick, el personaje bombón de sus Papeles póstumos es sin duda Sam Weller, el criado fiel. Reverso de la aristocracia, erudición y elegancia de su amo, representa a la perfección la picaresca del pueblo llano – el deje cockney le delata- que Dickens conoció en sus carnes y que tan bien transporto a sus novelas. Poseedor de chascarrillos tronchantes, de una familia hilarante, todo un don Juan con las mujeres de su misma condición social, intrépido mensajero y ejecutor del trabajo sucio, discreto confidente... Pongamos las cosas en su sitio, como dijo aquel padre que le cortó la cabeza al chico para curarle la bizquera: ¿no les llama mucho la atención que tanto Pickwick como Weller tengan por nombre Samuel? Quizás porque Dickens les quiso por igual que ni pensó un nombre diferente para cada uno. Dos personalidades únicas que darían para mil aventuras por separado, pero que juntas crearon un tándem para los anales de la literatura universal. Más allá del nombre, son inseparables:
Mr. Pickwick and Sam Weller Liquor Container (Seaway China)
1 comentario:
Sam es lo MÁS!! Soy fan desde la primera línea...
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