domingo, 10 de julio de 2011

Hot Turkey!


Y llegó el día de la prueba sartenera para Cold Turkey, la primera novela (todavía inédita... editoriales: !ya tardan!) de nuestra sartencita Insonrible.

Como se hace algo difícil una crónica de lo que se dijo y debatió sin desvelar el argumento de Cold Turkey (hay que tomar precauciones, que hay mucha lagarta y mucho buitre sueltos, dispuestos a plagiar las buenas historias ajenas!), este aspecto lo vamos a ventilar rapidito y con sumo secreto. Citando, que no plagiando, a Enrique Vila-Matas, quien, en un artículo de su columna semanal Café Perec, afirmaba: Conozco a un escritor que cuando le preguntan de qué va su novela dice: “De lo que va escrito en ella”.

A riesgo que aumente considerablemente el concepto de mamarracho que ya sustenta Vila-Matas entre un sector de La Sartén, ahí queda eso. Sólo añadir que "lo que va escrito" en Cold Turkey nos gustó y mucho, por unanimidad a todos los reunidos: Julián, Samedimanche, Raúl, B. Powerful, LittleEmily, Closeau, Kira, Mela y Toronto. Como siempre, le salon littéraire de Madame Insonrible (¡ya en quinto curso de francés!) nos acogió estupendamente.

Se anunció la presencia de Inma y Pepe. Ella es la única amiga de La Sartén que nunca lee la novela pero siempre que viene y expresa su opinión, da en el clavo o saca aquello que nadie vio y sorprendentemente estaba (o no) en el libro... pero al final pasó la velada y no aparecieron. Lástima, porque hubo comida para dos más... ¡O también para diez más! ¡Cuanta comida! El menú de merienda-cena (siempre acorde al contenido de la novela), que podía ser catalán, norteamericano o francés (… y hasta aquí puedo leer, que diría Mayra) tuvo de todo: quesos y patés, pinchitos de pavo frío (¡como no!) en finas lonchas sobre queso, deliciosos sandwiches a la mad men de Closeau, una quiche exquisita de Kira y Mela (donde se podía leer el título de la novela hecha con letras de masa), ensaladas de pasta y de cus cus, tostadas y suculento pan de naranja,... cocas dulces (fruta confitada, anís y chocolate) de postre, a cargo de Samedimanche y LittleEmily . Para beber, triunfó el tinto de verano y, de mira pero no me toques, una botella de vino exclusivo Cold Turkey gran reserva (etiquetada en los viñedos Mel&Kir de la Provence del Poble Sec) que sin descorchar se fue directa al museo de chez Insonrible.

Y con el cava cerrando (para algunos...), brindamos por este nuevo gran valor de las letras hispanas: ¡Felicidades Insonrible! ¡Larga vida a Cold Turkey!

El próximo libro será Suite francesa de Irène Némirovsky, escogido por Closeau, quien seguro que nos desea un verano mucho más feliz y alegre que el que desgraciadamente pasó la pobre escritora ucraniana poco antes de casi terminar ésta su novela póstuma. Pues eso: ¡feliz verano a todos!

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