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Para no quedar fatal en la capital con aquel vestido de terciopelo verde tan de pastorcilla provinciana, aquí van algunas recomendaciones de alta costura parisina para Madamme de Bargeton. Sigan su ejemplo y olvídense de hacer la mamarracha en la recepción de la marquesa o en el palco de la ópera... aunque sólo sea en el vestir, claro.
Les Modes parisiennes, Una tarde de Verano, 1886.
Encontrarán estos y más modelos de Les modes parisiennes en la
New York Public Library Digital Gallery. No se la pierdan.
¿Y para ellos, qué? Levitas, casacas, chalecos, chisteras, botas... En un próximo post nos vamos de tiendas de caballero de la mano de la víbora Du Châtelet.
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