viernes, 14 de diciembre de 2012

Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio




Sinopsis: Nueve historias que arrastran al lector a ese territorio conocido como el país de Alice Munro, donde un giro imprevisto en los acontecimientos o un recuerdo súbito pueden iluminar la parábola entera de una vida. Nueve historias personales que podrían ser las de cualquier lector, aunque que no por ello resultan menos ricas y complejas. Traducidos a una veintena de idiomas, varios volúmenes de relatos y una novela han otorgado a la canadiense Alice Munro «todos los números para llevarse el título de mejor escritor o escritora de ficción americana en activo», en palabras de Jonathan Franzen.  
(Casa del libro)

“Mestressa de casa troba temps per escriure relats”, declarava el titular d’un dels primers reportatges sobre la jove Alice Munro, l’any 1961. Cinquanta anys més tard, al Canadà li diuen “el nostre Txèkhov”, els grans autors americans la consideren una mestra, el públic d’arreu del món la llegeix en una vintena llarga de llengües i el jurat del Nobel la té present cada any. Els seus escenaris són petites ciutats canadenques, els seus personatges hi fan una vida domèstica que té tot l’aspecte d’una bassa d’oli, i amb un gest mínim, sorprenent, de conseqüències gegantines, les seves protagonistes són capaces de capgirar-ho tot. (Club editor)

Alice Munro nació en Wingham, Ontario, en julio de 1931. Vivió primero en una granja al oeste de esa zona canadiense, en una época de depresión económica; esta vida tan elemental fue decisiva como trasfondo en una parte de sus relatos. Conoció muy joven a Michael Munro, en la University of Western Ontario; ejerció trabajos manuales para pagarse sus estudios. Se casó en 1951, y se instalaron en Vancouver. Tuvo su primera hija a los 21 años. Luego, ya con sus tres hijas, en 1963 se trasladó a Victoria, donde llevó con su marido una librería. Se divorció en 1972, y al regresar a su estado natal se convirtió en una fructífera escritora-residente en su antigua universidad. Volvió a casarse en 1976, con Gerald Fremlin. A partir de entonces, consolidó su carrera de escritora, ya bien orientada. 

Se había iniciado de joven con cuentos (escritos desde 1950), escritos en el poco tiempo que había tenido hasta entonces, así como había publicado des recopilaciones de relatos y una novela. Antes de 1976, escribió Dance of the Happy Shades (1968), sus primeros cuentos, algunos muy tempranos en su vida1 ; pero también la importante novela Las vidas de las mujeres (1971), y los relatos entrelazados Something I’ve Been Meaning to Tell You (1974).
Luego, publicó nuevas colecciones de relatos The Beggar Maid (1978), Las lunas de Júpiter, The Progress of Love (1986), Amistad de juventud y Secretos a voces (1994). Ya había sido traducida al español en esa década, pero empezó a ser conocida definitivamente en nuestro siglo, con los relatos de Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio (2001) y luego con los de Escapada (2004).
En La vista desde Castle Rock, 2006, hizo un balance de la historia remota de su familia, en parte escocesa, emigrada al Canadá, y describió ampliamente las dificultades de sus padres. Su libro se alejaba un punto de su modo expresivo anterior. Por entonces, habló de retirarse, pero la publicación del excelente Demasiada felicidad (nuevos cuentos, aparecidos en 2009), lo desmintió.
Además, en 2012 ha publicado otro libro de relatos —con el rótulo Dear Life—, son más despojados y más centrados en el pretérito.2 En su última sección se detiene en un puñado de recuerdos personales, que pueden verse como una especie de confesión definitiva de la autora, pues son "las primeras y últimas cosas - también las más fieles -, que tengo que decir sobre mi propia vida".

Munro, que no se ha prodigado en la prensa, ha reconocido el influjo inicial de grandes escritoras —Katherine Anne Porter, Flannery O'Connor, Carson McCullers o Eudora Welty—, así como de dos narradores: James Agee y especialmente William Maxwell. Sus relatos breves se centran en las relaciones humanas analizadas a través de la lente de la vida cotidiana. Por esto, y por su alta calidad, ha sido llamada "la Chéjov canadiense".
(Texto:la Wiki); ilustración: Lifestyle)

(Foto maleta: Chema Alvargonzález. Através de las nubes)