Londres sufrió grandes daños durante la Segunda Guerra Mundial como resultado de los bombardeos aéreos, que devastó el puerto y zonas industriales, residenciales y distritos comerciales, incluyendo el centro histórico de la ciudad. Cerca de 30.000 londinenses murieron a causa de la acción del enemigo, y otras 50.000 resultaron heridas. El fin de las hostilidades trajo el regreso de los evacuados, y la reconstrucción de la ciudad comenzó a la vez, aunque el suministro de los materiales de construcción era escaso. Durante la guerra, el Gran Plan de Londres (1944) había sido preparado para la reconstrucción y también para los londinenses con la reubicación de algunos puestos de trabajo en sus nuevas ciudades alrededor de la capital o en otras partes de la provincia. En 1951 el número de residentes en Greater London contratada era de alrededor de 8.193.000 personas. La construcción de nuevas viviendas se desarrolló en un cinturón verde alrededor de Londres, y la posterior dispersión de crecimiento de la metrópoli se produjo en las secciones más alejadas del sureste de Inglaterra. La Nueva Ley de ciudades (1946) dio lugar a ocho nuevos asentamientos fuera de la metrópoli. La aprobación de la planificación urbana y rural de actos, sobre todo en 1947 y 1968, dio a las autoridades municipales sin precedentes de poderes de compra de terrenos y el control sobre el desarrollo en Londres. El Festival de Gran Bretaña (1951) proclamó la recuperación nacional y produjo el Royal Festival Hall, en la orilla sur del Támesis, así como el Lansbury Estate (un área en la reurbanización del Álamo).
La agradará saber que las dos cajas de huevos y las latas de lengua llegaron en perfecto estado, y una vez más todos queremos darle nuestra más sinceras gracias por su extrema generosidad […] Las latas de lengua tienen un aspecto muy apetitoso y serán un tesoro para nuestras despensas; yo, en concreto, reservaré una para alguna ocasión muy especial.” Pág. 54.
Lenguas de cordero a la marinera [Gentileza de Karlos Arguiñano]
Ingredientes:
Para 4 personas 12 lenguas de cordero 1 zanahoria 1 puerro 1 cebolla 2 remolachas cocidas en rodajas 3 papas Harina y huevo para rebozar 1 diente de ajo 2 vasos de salsa de tomate Nuez moscada Aceite Sal
Elaboración: Cuece las lenguas en una cacerola con agua, sal, la zanahoria, el puerro y la cebolla. Pela las papas, trocéalas y cuécelas en otra cacerola con agua y sal. Una vez cocidas, písalas y haz un puré. En una asadera aceitada, coloca 4 rodajas de remolacha y encima de ellas, una montañita de puré. espolvorea con nuez moscada, rocía con aceite y mete al horno. Pasa las lenguas por harina y huevo y fríelas en una sartén con abundante aceite y un diente de ajo aplastado. Calienta la salsa de tomate y sirve todo en una fuente, bien presentado. Temporada: Invierno Vino: Tinto
Gracias por el paquete de huevo en polvo: lo recibí el viernes y me ha venido de perlas. Te había comentado que iban a levantar el racionamiento de los huevos, pero no ha sido así y por eso los huevos en polvo siguen siendo un regalo del cielo para hacer dulces los fines de semana y otras cosas así.” Pág. 70.
Aplicaciones: Productos de panadería, pastas alimenticias, platos cocinados, mayonesas. Mezclas para formulados, salazones, industrias diversas.
Reconstrucción: Para reconstruir el valor teórico de 1 kilo de huevo entero líquido es necesario añadir 250 g de huevo entero en polvo a 750 g de agua (1 kilo de huevo entero en polvo es equivalente a 84 huevos aprox.). El polvo es añadido al agua y después homogeneizado. Según el procedimiento de aplicación, el polvo puede ser reconstituido con el agua u otro ingrediente líquido, o mezclado en seco con otros ingredientes.
Embalaje: 25 Kg. neto, en cajas de cartón con bolsa de polietileno.
Almacenaje: En sitio seco y resguardado de la luz. Temperatura óptima: 15-20 ºC.
En plena era digital, La Marelle edita postales para románticos con buen gusto.
En octubre de 1949, Helene Hanff, una joven escritora desconocida, envía una carta desde Nueva York a Marks & Co., la librería situada en el 84 de Charing Cross Road, en Londres. Apasionada, maniática, extravagante y muchas veces sin un duro, la señorita Hanff le reclama al librero Frank Doel volúmenes poco menos que inencontrables que apaciguarán su insaciable sed de descubrimientos. Veinte años más tarde, continúan escribiéndose, y la familiaridad se ha convertido en una intimidad casi amorosa. Esta correspondencia excéntrica y llena de encanto es una pequeña joya que evoca, con infinita delicadeza, el lugar que ocupan en nuestra vida los libros... y las librerías. 84, Charing Cross Road pasó casi inadvertido en el momento de su publicación, pero desde la década de los setenta se ha convertido en un verdadero libro de culto a ambos lados del Atlántico.
Helene Hanff (Filadelfia, 1918-Nueva York, 1997), de formación autodidacta, inició su carrera literaria escribiendo obras de teatro y, más adelante, guiones para la televisión, libros infantiles, ensayos históricos y políticos y colaboraciones en el New Yorker y Harper's. La fama le llegó después de publicar 84, Charing Cross Road, que inspiró una película protagonizada por Anne Bancroft y Anthony Hopkins.
Máscara para administrar éter ManualMédico de Jean-Baptiste-Leon Dubreuil French School [ArtCyclopedia]
La visita a Getafe y alrededores tuvo dos grandes protagonistas: La Abutrí(¡gracias por todo!) y el frío polar (¡ese puente con el viento de cara!). Entre exposiciones, tapeo, cocido, paseos y celebraciones… se nos fue el fin de semana en un suspiro. Así que, como las siestas del doctor Wilbur Larch en su dispensario… bajo los efectos del éter dejamos momentáneamente la reunión de La Sartén entorno a Príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra.
¿De Villaviciosa (Asturias) a Maine (Nueva Inglaterra)? Sidra El Gaitero, famosa en el mundo entero…
"La sidra es una bebida alcohólica de baja graduación (menos de 3º en el caso del francés Cidre Doux, una sidra dulce, hasta un máximo de 8º) fabricada con el zumo fermentado de la manzana. Se trata de una bebida muy extendida por todo el mundo, así en Europa se encuentra en numerosos países: Alemania, Francia, España (Asturias, Cantabria, Galicia y País Vasco, así como varias comarcas de Castilla y León), Italia (Piamonte), Irlanda, Escocia e Inglaterra. En América, se encuentra en zonas de distintos países, probablemente debido a la influencia de la inmigración española del siglo pasado: por ejemplo en México se produce en las ciudades de Huejotzingo y Zacatlán, en el estado de Puebla. En Argentina la sidra se localiza sobre todo en las provincias de Rio Negro, San Juan y Santa Fe. En Estados Unidos se produce principalmente en Nueva Inglaterra y el estado de Nueva York. " [Fuente: Wikipedia]
Las normas de la casa de La Abutrí de Getafe... este post va dedicado a ella, gran enamorada de Asturias y anfitriona de la próxima reunión de la Sartén.
"Príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra, uno de los títulos con más éxito de John Irving, aborda una cuestión tan controvertida y polémica como el aborto con un excepcional conocimiento histórico, legal, médico, filosófico y moral sobre el tema, a través de una saga inspirada en las novelas del siglo XIX que, en palabras del autor, quiere tener la misma carga emocional y la misma atmosfera que Jane Eyre o David Copperfield. Quería escribir una novela de huérfanos”.*
Josep de Togores Niños durmiendo, 1927 Óleo sobre lienzo, 97 x 130 cm. [Imagen: Ciudad de la Pintura]
Mi familia biológica nunca me interesó, siempre he contado que mi madre murió en el parto y mi padre, taxista, me dio a otra mujer, que acababa de subir a su taxi y le contó que había perdido a su hijo recién nacido. Pues bien, parece ser que existe otra versión de los hechos que mi biógrafo, si es eficiente, confirmará y que no tiene nada que ver con esta historia. Estoy en pleno suspense a ver qué ocurre, pero yo me quedo con lo que me contó mi madre, aunque fuera ficción, porque es la historia más bonita. Ignoro si un día usaré ese material en mis novelas, pero para historias con huerfanitos que descubren que tienen otra familia ya está Dickens, que lo hizo muy bien. Juan Marsé(La Vanguardia, 5 de noviembre de 2008).
Como Juan Marsé, John Irving tampoco conoce a sus padres biológicos. El cronista del barrio de El Carmel (Can Cumbres!) no ha tocado el tema pero Irving sí, por ejemplo en Príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra (1985) con homenajes incluidos a Charles Dickens y a Charlotte Brönte, y más recientemente en Hasta que te encuentre (2005), su última novela publicada en la que un famoso actor busca a su padre.
A lo largo de Príncipes de Maine…, Irving describe en algunas situaciones las características típicas del comportamiento de los huérfanos. Durante el largo tiempo de lectura sartenero que hemos tenido para este libro, TV3 estrenó un programa llamado Sense embuts, en cuyo primer capítulo titulado Adoptats ocho hombres y mujeres que fueron adoptados de pequeños hablan de la necesidad de conocer los propios orígenes, de la relación con los padres adoptivos y de la manera como les ha marcado que los abandonaran en la infancia. La mayoría han buscado, con o sin éxito, su madre biológica. De fondo dos preguntas: ¿quién era y por qué me abandonó? Para quien no lo vio y le interese, el programa (nada sensibilero o morboso, cosas de agradecer en estos tiempos de telebasura) puede verse por Internet: Adoptats.
Banda sonora: Gustav Malher: Kindertotenlieder: Nun will die Sonn' so hell aufgeh'n. Brigitte Faessbaender, mezzo-soprano.
Nota de John Irving: "Para que el doctor Larch reconociera la música el 189-, aquella que en el palacio del aborto, “le recordaba los Kindertotenlieder de Malher”, tendría que haber tenido el don de la precognición; Malher compuso su ciclo de canciones en 1902. Esto está implícito en la frase: “Evidentemente no podían estar cantando las canciones de los niños muertos de Malher, pero estas eran las canciones que Wilbur Larch había escuchado".*
*Traducción de textos de la contracubierta y notas del autor a partir de la edición en catalán: Irving, John. Prínceps de Maine, reis de Nova anglaterra. Barcelona: Columna, 1996. 571 p. ISBN: 978-84-8300-860-7. [Imagen de la cubierta: Josep de Togores. Interior amb tres nens, 1933]
La última velada de la sartén littéraire, dedicada al mundo beatnik, comenzó muy adecuadamente: R leyó unos fragmentos de ese inaceptable testimonio de la novia de Jack Kerouac, para algunos, e imprescindible para otras. Pero los leyó para adentro.
Alcohol -vino californiano encontrado por Toronto-, cigarrillos y libros. Esa combinación sin la cual una velada literaria no es una velada literaria.
Jack Kerouac de cuerpo presente y su novia, Joyce Johnson, en un segundo plano. Se debatió bastante sobre ese "personaje secundario". Para unos, una pija que no entendió la esencia beatnik y que toda su vida llevó el estigma de haber sido "novia" de un mito -el cual no supo digerir- y, para otros, una testigo "de piedra" que no tuvo más opciones que actuar como actuó.
Las notas de Toronto reposan en el mantel a la espera de tirarse a la arena de las opiniones salvajemente beatniks. Faltaba alguien tocando los bongos con un jersey negro.
Me repito... (pereza frente al ordenador).
Toronto en plena acción.
Pastel de queso y ellos.
Vino de California.
Y pamqueques con brownies. Ágapes quizás no muy beatniks, pero sí muy yanquies... No ha sido una crónica muy elaborada, pero hay que pasar ya a la próxima, que se nos echan encima las lecturas.
Buscando referencias cinematográficas de personajes beat que freir a la sartén… reencontré TheLast Time I Committed Suicide (Stephen T. Kay, 1997), película basada en las cartas que Neal Cassady escribió a su amigo Jack Kerouac desde Denver en 1950. Quizás fallida por demasiado edulcorada y mal explicada, sí resulta interesante por ser una de las pocas películas de ficción que se han rodado sobre la generación beat, para ver en la pantalla cómo empezaron aquellas aventuras que Joyce Johnson al leer On the road anhelaba tanto conocer.
La próxima vez que nos suicidemos será el domingo 9 de noviembre en Camp de l’Arpa… ¡Ya falta poco!
En las páginas de Personajes secundarios suena el jazz de Charlie Parker, Lester Young, Miles Davies, Stan Getz, Billie Holiday, John Coltrane, Thelonious Monk, Sidney Bechet, Red Onions, Bix Beiderbecke, Daniel Amram... grandes nombres para la banda sonora de noches cargadas de tabaco y alcohol, planeando nuevas rutas de viajes inmediatos (Kerouac) o escapando sólo entre las notas borrachas y sin salir del bar (Joyce).
Algunos autores beat: Bob Donlin, Neal Cassady, Allen Ginsberg, Robert LaVigne y Lawrence Ferlinghetti en la puerta de la Ferlinghetti's City Lights Bookstore, en San Francisco. Fotografía: Allen Ginsberg/Corbis
Todo grupo generacional de escritores necesita un garito que los aglutine. En el caso de la beat generation fue la librería City Lights,de San Francisco, la que tuvo el honor de pasar a la historia como el escenario de lecturas, performances y encuentros tanto de autores "que se echaban al camino" como de sus fervientes seguidores.
Hoy en día continúa al pie del cañón. En el mismo lugar y, diría, que con las mismas estanterías. Justo al lado se encuentra el Vesuvio Cafe, en el 255 Columbus esquina con la Jack Kerouac Alley, a donde los beats iban a remojar el gaznate tras tan agitados encuentros.
“ Jack se fue entonces al hotel Marlton. Luego le estafaron y con los únicos cinco dólares que le quedaban llamó a Allen. Allen le sugirió que llamara a una amiga e Gregory, Joyce Glassman. Joyce era una hermosa rubia, menuda, de veintiún años, que trabajaba en Farrars Strauss y estaba iniciando su propia carrera como novelista. Jack le pidió que se vieran en Howard Johnson’s. Ella le invitó a cenar, y lo llevó luego a su casa.
Joyce vio claramente desde el principio que Jack necesitaba a alguien que le cuidara e identificó inmediatamente las barreras que le separaban del matrimonio. Él le habló de su cariño a su madre, de la sensación de que moriría pronto ( enumerando los riesgos de la flebitis ), y de su aversión a traer hijos al mundo. En realidad hizo el número completo ( lo había perfeccionado con Helen, Carolyn y otras ) de delimitar su territorio privado. (...). Y dedicó gran atención al hecho de que Joyce no era su tipo: rubia, judía, “tierna”, etc. Ella no tubo más que verle bajar la calle caminando a grandes zancadas agarrando y soltando a la gente como palabras en una conversación casual para saber que nadie lo poseería nunca (...).
Aceptando el hecho de que no mantendrían una relación a largo plazo, ella era libre de disfrutar de la aventura de amarle y él era libre de dejarla ser su “Dulce éxtasis”. Si en el fondo de su corazón ella deseaba un futuro con él, no dijo nada que comprometiera la tierna, inocente y apasionada relación romántica a que él estaba dispuesto.
Era divertido recorrer Maniatan con Jack, visitar a gente interesante, ponerse a los pies de su inmensa memoria mientras recordaba anécdotas de los múltiples personajes de su pasado. Y era exótico tener un amante que estaba a punto de irse a Tánger y que regresaría para la publicación de su célebre novela picaresca. Puesto que ella no ponía condiciones para irse a la cama, él estaba dispuesto a ser su amigo fuera de la cama y acabaron siendo compañeros íntimos. Él siempre se interesó por lo que ella escribía y la animó. Sin embargo, dada su grandiosa ambivalencia, era igualmente capaz de cogerle hojas del manuscrito de la novela para escribir a sus amigos”.
Gerald Nicosia, Jack Kerouac.( Memoru Babe, trad. De Ángela Pérez) Barcelona: Circe,1994.651 p. ISB-N: 84-7765-092-6 Pp.: 485-486
Con motivo de la lectura de Personajes secundarios, La Sartén Littéraire trae a su galería esta pequeña muestra de tres pinturas de Jackson Pollock, Willem De Kooning y Franz Kline, representantes del Expresionismo abstracto americano y personajes vinculados a la generación beat.
Jackson Pollock Untitled (Green Silver), ca. 1949. *
"Es interesante advertir el intenso gestualismo inherente al procedimiento del dripping desarrollado por Pollock. El artista "se metía" literalmente en sus pinturas, llegando a decir en una ocasión que cuando estaba dentro de sus obras ni siquiera se daba cuenta de lo que hacía, pues el proceso de ejecución era febril y casi delirante (…) Los intensos entramados lineales formados por sucesivos drippings sobre la superficie de la tela generan lo que se convino en denominar all over painting. Pollock condensa en sus obras todo tipo de sensaciones y emociones. El dinamismo inherente al gestualismo se ve acentuado por medio de los cambios cromáticos, así como por los contrastes entre las zonas mates de las obras y los goteados plateados derivados del empleo de esmalte de aluminio"**.
Willem de Kooning Woman, I. 1950-52. *
"Un tipo de obra muy diferente a la de Jackson Pollock es la realizada por Willem de Kooning (...). A comienzos de la década de los cuarenta empieza una serie de pinturas en las que se aprecia cada vez más la tendencia a restringir la gama cromática. En todas ellas el gestualismo es uno de los factores esenciales y, aunque todavía no se distinga una eliminación total de la figuración, lo que sí es cierto es que aquélla cada vez resulta más esquemática. A partir de 1948 De Kooning elimina todo rasgo figurativo y ejecuta una serie de pinturas abstractas en blanco y negro, en las que el gestualismo les confiere una fuerza inaudita. No obstante, la trayectoria de Willem de Kooning presenta constantes cambios profundos, en el sentido de que nunca dejará de volver a la figuración**.
Franz Kline Chief. 1950. *
"Franz Kline, amigo de De Kooning, cuya obra está marcada por la total restricción del color y el uso exclusivo del blanco y negro, para crear unos contrastes de gran vigor entre las enormes pinceladas que la construyen (…) La intensidad de la pintura gestual de Kline se debe tanto al dinamismo de las propias pinceladas como a la crudeza del enfrentamiento del blanco y del negro. El hecho de trabajar, al igual que la mayor parte de los expresionistas abstractos americanos, con grandes formatos, tiene como resultado que el efecto impositivo de la obra sobre el espectador se vea claramente acentuado"**.
[Lectura en el Artist's Studio, NY. Sobre el escenario Jack Kerouac y debajo, de izquierda a derecha, los poetas: Ted Joans, José García Villa, Allen Ginsberg, Edward Marshall, Gregory Corso y LeRoi Jones. ]
Reemprendemos el blog de La Sartén Littéraire, nuestra parrilla del hiperespacio para el intercambio de información y opiniones. Con el fresco del otoño y el frío del invierno llegarán las nuevas lecturas y reuniones (en Barcelona y ¡repetiremos Getafe!), con la misma ilusión que el curso pasado y más jamelgas si cabe!
Pero antes… ¡Brindemos! ¿Qué mejor manera de empezar? Brindemos primero por las ya pasadas vacaciones estivales… de personalidades etílicas, de pechugas de pollo, de excursiones al norte, centro y sur de la península o a Irlanda, de conciertos y festivales en ciudades y playas, de tapas en la Barceloneta, de noches en el Kan Kan…
Brindemos también por las lecturas del verano, entre las que escogimos un libro común: Personajes secundarios, la memoria beatnik de Joyce Johnson que será motivo de debate para nuestro próximo encuentro el último fin de semana de Octubre. Y un tercer brindis final, éste con Thunderbird, ese vino californiano que tanto ayudaba a Jack Kerouac a superar la timidez para articular palabra en alguno de los bares, tavernas, cafeterías, clubs y otros antros de Nueva York dónde recitaba, lugares que Joyce Johnson también recoge en su libro. Bares, ¡qué lugares! Otros personajes secundarios más a descubrir: Fugazi’s, San Remo, Riviera Bar, Cafetería Brickfor, White Horse, Rappaport’s, Frisco, Cedar, Five Spot, Bobo’s …
Terminó el curso escolar… y llegan también las vacaciones de verano para La Sartén Littéraire. Recuerden que el libro escogido para nuestra próxima cita de Septiembre es:
Johnson, Joyce Personajes secundarios: memoria beat Traducción de Marta Alcaraz Barcelona: Libros del Asteroide, 2008. 20x12,5 cm. 352 p. ISBN: 978-84-935914-2-7 Precio: 18,95 €
A finales de los años cincuenta, un puñado de artistas procedentes de los círculos contraculturales de Nueva York y San Francisco que coincidían en sus postulados artísticos y en su rechazo a las convenciones de su tiempo, y entre los que se encontraban Jack Kerouac, Allen Ginsberg, Gregory Corso, Willem de Kooning y William S. Burroughs, se convirtieron en símbolo del malestar de toda una generación de jóvenes norteamericanos.
Aunque no era una figura central de la generación beat, sino más bien un personaje secundario, Joyce Johnson –pareja de Jack Kerouac en aquella época– se convirtió, años después, en una de sus mejores cronistas.
Johnson se hizo adulta durante la posguerra, cuando las jóvenes únicamente abandonaban el hogar paterno para casarse y cuando sólo quienes se atrevían a romper las reglas podían llevar una vida que hoy parecería normal. Sin embargo, desde muy joven, ella se atrevió a desafiar las convenciones y a descubrir los riesgos y el vértigo de vivir tan libremente como había soñado.
En estas evocadoras y sabias memorias, que le valieron el National Books Circle Award, Johnson relata no sólo sus vivencias con los beats y sus turbulentos años al lado de Kerouac, sino también la lucha por su propia independencia.
Como el gran jamelgo Toronto ya escribió un excelente resumen de lo que se dijo -acertada o erróneamente- dePregúntale al polvo,me limito a poner las imágenes de más fuerza gráfica del último encuentro de La Sartén Littéraire.
Libro (edición de bolsillo), Zippo y tabaco de liar.
Libro edición más cara.
Las imprescindibles notas de Toronto sobre sus lecturas. Queremos una edición facsímil de todas las que hagas.
Nuestra comentarista-no lectora. Dato superjamelgo: siempre viene, no le lee el libro, pero solemos llegar a las mismas conclusiones.
Algunos víveres. Al final, faltaron las hamburguesas, pero se intentaron los perritos calientes, aunque nos quedaron un poco sui generis.
Las partes íntimas de Camila que tanto asustaban a Arturo Bandini.
Bambino, final de lujo en La Sartén dedicada a Pregúntale al polvo de John Fante... Foto: El rincón de Bambino
A la espera del reportaje fotográfico de la sesión dedicada a Pregúntale al polvo, ahí va un resumen de impresiones. Si alguna de ellas creen que no es correcta o encuentran a faltar otra, usen el apartado Comentario, no se corten.
- Bandini, mala persona. La fuerza del personaje hizo que muchos le odiaran o le amaran por igual. Se reconoció que esa era la intención y mérito de Fante, pero para los detractores ese carácter hacía difícil mantener la lectura, en plan: mira tío, eres un niñato engreido y paso de ti. En defensa de Bandini: una evolución a mejor a lo largo de la novela y, fuera de ella, la recomendación de J.: Espera a la primavera, Bandini, novela previa que da claves del porqué de ese carácter.
- Camila López y su adicción a la marihuana. Para unos la adicción a los porritos queda como muy naïf, cosa que no habría pasado si se tratara de opio, heroína o cocaína. Para otros el tema de la droga es secundario porque, en lo que sí coincidimos todos, la chica estaba loca y que igual el porrito lo tomaba para relajarse un poquito… pero, porrito a porrito, la cosa se le fue de las manos…
- La riqueza de todos los personajes. La galería que ofrece la fauna de la sucia pensión (la señora Hargraves, Hellfrick el vecino cutre,…), Hackmuth el editor que en la distancia apuesta por el talento de Bandini, la rudeza y mediocridad de Sammy o la inolvidable Vera, para algunos el mejor y más bonito personaje.
- L.A. is my lady. Unanimidad en cómo refleja esta ciudad en los años 30’, punto de encuentro de gentes que dejan sus pueblos en busca de nuevas y mejores vidas. Lo bien que le sienta a la historia ese ambiente caluroso, sucio y polvoriento, adornado de palmeras enfermas. Y el terremoto, uno de los pasajes de la novela que más gustó. Por cómo lo describe y por su significado dentro de la historia.
- Diversidad de opiniones sobre el final. En contra: un final apresurado siguiendo la pista a Camila hacía ningún lugar. A favor: un final abierto donde Bandini parece encontrar su lugar en el mundo.
- Bajo la infuencia. Reconocimiento pleno de haber leído una obra muy bien escrita, aunque la historia no convenciera a todos por igual. Con un estilo, ese realismo sucio, que Fante inició y que nos invita a seguir por la senda de Carver, Chandler, Bukowski…
John Fante se alojó en un hotel parecido a este en la época en la que estaba enfrascado en la escritura de Pregúntale al polvo.
Fante comprueba si hay alguna carta de su editor.
A John Fante se le considera el precursor del realismo sucio norteamericano. En esta web encontraréis más información sobre el creador de Arturo Bandini.
Pregúntale al viento (Ask the dust) Reparto Salma Hayek, Idina Menzel, Eileen Atkins, Colin Farrell, Donald Sutherland, Justin Kirk Director Robert Towne Productor Jonas McCord, Paula Wagner, Tom Cruise
"PREGÚNTALE AL VIENTO" SINOPSIS
Los Ángeles en la década de los treinta. Instalado en un sórdido hotel en los barrios marginales de la gran ciudad, el joven aprendiz de escritor, Arturo Bandini lucha por la dura supervivencia diaria mientras sueña con el triunfo artístico y económico tras haber conseguido publicar un relato en una pequeña revista. Guiado por su mentor y editor, Arturo proclama a quien quiera escucharle que es un genio de las letras, mientras se enfrenta a una compleja relación amorosa con Camilla, una chica mejicana que trabaja como camarera. Incapaz de mostrarle sus auténticos sentimientos, Arturo se ve abocado a una destructiva relación de amor-odio mientras sigue soñando con alcanzar la gloria.
Pero la cabeza de Arturo Bandini funciona por libre. Es una cabeza llena de rabia. Llena de jazz. El mundo exterior le es ajeno. Para él, podrían irse todos al carajo, excepto los editores de sus probables futuros libros y los dueños de las revistas literarias con las que aspira colaborar. La guerra en Europa y el rumbo de su país solo son el ruido de fondo de su furia contra el mundo. Un mundo en el que los "spaghetti" reclaman su lugar.
Pregúntale al polvo se publicó en 1939. Un año pésimo (cruel premonición de la carrera de John Fante, quien tituló así a otra de sus novelas). Ese año comenzó la II Guerra Mundial y los temas de Fante parecerían nimiedades al lado de lo que otros escritores explicarán desde Europa. Mal año para sacar una novela, Bandini.
En Alemania triunfaba la canción Lili Marleen, compuesta por Norbert Schultze a partir del poema que el soldado Hans Leip había escrito en 1915 durante la I Guerra Mundial. La canción fue interpretada por muchos artistas, entre los que destacó, como no, Marlene Dietrich.
2 fragmentos del prólogo de Charles Bukowski para Pregúntale al polvo de John Fante:
“Un día cogí un libro, lo abrí… Cada renglón poseía vida propia. He ahí, por fin, un hombre que no se asustaba de los sentimientos. El humor y el dolor se entremezclaban con soberbia sencillez. Comenzar a leer aquel libro fue para mí un milagro tan fenomenal, como imprevisto. Se titulaba Pregúntale al polvo. Tendría una influencia en mis propios libros durante toda mi vida.”
“Acabé Pregúntale al polvo y busqué más libros de Fante en la biblioteca. Encontré dos: Dago red y Espera a la primavera, Bandini. La calidad era la misma, se habían escrito con el corazón y las entrañas y no hablaban de otra cosa.
Sí, Fante tuvo sobre mí un efecto poderoso. Poco después de leer los libros que he citado conviví con una mujer. Estaba más alcoholizada que yo, sosteníamos peleas violentas y a menudo yo le gritaba: “¡No me llames hijo de puta! ¡Yo soy Bandini, Arturo Bandini!”
Esta vez la sartén littéraire no se encuentra demasiado bien documentada gráficamente. La culpa la tuvieron las cañas y las tapas de panceta y choricillos de los Soportales y las pipas de los chinos.
Aún así, la sartén sorteó tres barras de bar de Getafe y llegó a casa de la Abutrí, Manolo, Wilson y Fellini. La velada, aunque hubiera debido ser sueca, continuó con una esencia muy "cheli", regada con cerveza Mahou. Lástima que las gambas no salieron en la foto.
Palabras de la velada: Louise es una caña con sus zapatos rojos de tacón y su albornoz blanco. Estamos ante una novela estereotipada. ¿Qué importa que Mankell esté casado con la hija de Bergman?. La foto de la portada es preciosa. La escena de la fiesta es preciosa. Qué desagradable cuando intentó tirarse a la manca. Esto no es más que una novela-plantilla. Me ponen los taca-taca...
En resumidas cuentas, una velada en la que Mankell levantó 1 odio y 6 pasiones.
Jackson, Shirley. Siempre hemos vivido en el castillo. Traducción del inglés de Paula Kuffer. Barcelona : Minúscula, 2012. (Tour de force; 3). 224 p. ISBN: 9788495587893. 18,50 €.