lunes, 26 de diciembre de 2011

Refrito


Ancora y Delfín,
una librería barcelonesa que abrió a mediados de los años 50' y...
¡sigue abierta!

Recuperamos, o sea, en refrito exclusivo para La Sartén Littéraire, la reseña que littleEmily escribió en su blog sobre La librería de Penelope Fitzgerald:

"Creo que escuché hablar por primera vez de la autora a través de Cristina que, valga la redundancia, es quien me descubre muchas autoras inglesas interesantes y completamente desconocidas en España. Desde que se ha publicado en España no he parado de escuchar críticas excelentes sobre ella aunque siempre hay a quien no le guste. Pero sabía que lo acabaría leyendo, al fin y al cabo habla sobre libros y los sueños que tenemos los lectores de conseguir abrir nuestra propia librería, un lugar acogedor donde los clientes puedan relajarse y encontrar un buen libro que se abra paso hacia su corazón. Y después del descalabro de Sin Alma, tenía ganas de leer algo más íntimo.

La librería me ha fascinado. No es un libro alegre, donde una persona lucha por hacer realidad sus sueños y lo consigue, más bien, te enseña la dureza de la vida y la hostilidad. La protagonista de la historia es Florence Green, una mujer madura que decide abrir una librería en un pequeño pueblo aislado de East Suffolk, Hardborough. Para ello, alquila una de las casas más antiguas, Old House. Pero al hacerlo, desata la firme oposición de una de las "cabecillas" del pueblo, Mrs Violet Gamart, puesto que desbarata sus planes de convertir la casa en un centro cultural. Mientras tanto, Florence, con la ayuda de un grupo de Scouts pondrá a punto Old House, que tiene serios problemas de acondicionamiento e incluso cuenta con un "rapper" (un poltergeist) de habitante. También contratará a una niña de once años, Christine, como ayudante , con una visión de la vida muy práctica y que tiene algunos de los mejores momentos de la novela.

La propia biografía de Fitzgerald se parece a la de Florence Green, la protagonista. Aunque su familia procedía en gran medida del mundo de las letras, comenzó a escribir sus novelas a los sesenta y un años, después de morir su marido. Florence decide abrir una librería después de quedarse viuda.

No quiero que os imaginéis una novela de "buenos y malos", sino que desde el momento en que empiezas a leer te pones del lado de Florence e intentas ver la necesidad que tiene el pueblo de tener una librería. Por otro lado, Penelope Fitzgerald ha sido comparada con la mismísima Jane Austen pero al leer La librería o cualquiera de sus novelas, te das cuenta de que es más bien por su manera de describir un ambiente cotidiano como si fuera una pequeña miniatura. Creo que la misma Fitzgerald se sentiría identificada con aquella frase que Jane Austen escribió en una carta a su sobrino, James-Edward, "un pequeño fragmento de marfil, de dos pulgadas de ancho, en el que trabajo con un diminuto pincel".

Tengo ganas de continuar con Fitzgerald. Lo más probable es que el siguiente sea El inicio de la primavera que acaba de publicar Impedimenta en castellano. Pero lo cierto es que tengo interés por todos sus libros: cada uno es diferente en argumento, personajes, época histórica al anterior. En Innocence nos traslada a la Italia de 1950 para explicarnos la historia de amor entre la hija de un aristócrata y un médico que proviene de una familia comunista. En cambio, en La flor azul (que Mondadori tradujó hace ya unos años al castellano) nos acerca al poeta y filosófo alemán Novalis y cuenta con Goethe y Shlegel como secundarios de lujo."

Por littleEmily en reading at the moonlight, 1 de mayo de 2011.


sábado, 10 de diciembre de 2011

La Sartén se quita un peso de encima: Lost & Found



Por mucho que nos gusten los libros, llega un punto en el que ya no podemos almacenar más.
Por ese motivo, la Sartén Littéraire se echa a la calle y dispone una parada en el próximo Lost & Found.
En Barcelona, en la Estación de Francia ( Marqués de la Argentera, s/n. Metro: Barceloneta), plantaremos una parada de libros, discos y vídeos de segunda mano. Objetos culturales como nuevos (somos un poco maniáticos con nuestras cosas) y a precios muy, muy asequibles.

Apuntadlo en la agenda:
Domingo 18 de Diciembre de 11 a 18'30.
Entrada gratuita.

martes, 6 de diciembre de 2011

El bolso la Floren



Bolso Olympia Le-Tan , solo cuesta 990 €.

Florence Green igual no se lo habría podido permitir, pero Nathalie Portman (quien por cierto fue algo lolita en Beautiful gilrs) .


miércoles, 16 de noviembre de 2011

En la librería

Two Women Both Wearing Box Pleated Skirts Browse Around a Bookshop


La librería, de Penelope Fitzgerald: "Florence decide abrir una pequeña librería, que será la primera del pueblo. Adquiere así un edificio que lleva años abandonado, comido por la humedad y que incluso tiene su propio y caprichoso poltergeist. Pero pronto se topará con la resistencia muda de las fuerzas vivas del pueblo que, de un modo cortés pero implacable, empezarán a acorralarla. Florence se verá obligada entonces a contratar como ayudante a una niña de diez años, de hecho la única que no sueña con sabotear su negocio. Cuando alguien le sugiere que ponga a la venta la polémica edición de Olympia Press de Lolita de Nabokov, se desencadena en el pueblo un terremoto sutil pero devastador".*



Penelope Fitzgerald

"Penelope Fitzgerald, de soltera Knox, nació en 1916. Era la hija del editor de Punch, Edmund Knox, y sobrina del teólogo y novelista Ronald Knox, del criptógrafo Dilly Knox y del estudioso de la Biblia Wilfred Knox.

Fue educada en caros colegios de Oxford. Durante la segunda guerra mundial trabajó para la BBC. En 1941 se casó con Desmond Fitzgerald, un soldado irlandés, con el que tuvo tres hijos. Durante algunos años vivió en una casa flotante en el Támesis. Autora tardía, Penelope Fitzgerald publicó su primer libro en 1975, a los cincuenta y ocho años, una biografía del pintor prerrafaelita Edward Burne-Jones. En 1977 publicó su primera novela, The Golden Child, una historia cómica de misterio ambientada en el mundo de los museos. A lo largo de los siguientes cinco años publicó cuatro novelas vagamente autobiográficas, que la consagraron como una de las figuras más importantes de la nueva narrativa inglesa, comparable a Iris Murdoch o A. S. Byatt. Con La librería (1978) fue finalista del Booker Prize, premio que finalmente consiguió con su siguiente novela, A la deriva (1979, Mondadori, 2000). Siguieron Human Voices (1980) y At Freddie’s (1982). En este punto, Fitzgerald declaró que ya estaba cansada de escribir sobre su propia vida, y se decantó por la novela que desvelaba hechos y acontecimientos del pasado, desde un punto de vista histórico. La primera de ellas sería Innocence (1986), desarrollada en la Italia de los años 50 y que narraba la historia de amor entre la hija de un aristócrata arruinado y un médico comunista. En 1988 publicó El inicio de la primavera, que tiene lugar en el Moscú de 1913, protagonizada por un pequeño impresor inglés perdido en los albores de la Revolución rusa. Siguieron The Gate of Angels (1990) y La flor azul (1995, Mondadori, 1998), centrada en la vida del poeta alemán Novalis. Penelope Fitzgerald murió en Londres en abril del año 2000".*

(*Textos: Impedimenta)

(Retrato de P.F.: Ellen Warner)

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Sartén indoor


Fin de semana de sartén pasada por agua. La borrasca cruzó las galaxias y llegó también a Trafalmadore, con lluvia abundante y fuertes rachas de viento, con lo cual no apetecía mucho salir a pasear por los campos magnéticos del planeta... Encerrados en casa, fue La Sartén Littéraire más indoor, sin traicionar nada del espíritu romántico decimonónico de algunas sartencitas, más dispuestas a encontrar su Heathcliff en las páginas de un libro al calor de las mantas y mitones (que ellas mismas tricotan sin cesar) que corriendo enloquecidas en katiuskas y pisamierdas por las cumbres una tarde de tormenta. Acudieron a la cita: Samedimanche, LittleEmily, Kira (con Milo, su perrito, que des de ya es la nueva mascota oficial de La Sartén. ¡Es tan bueno!), Insonrible y Toronto, anfitrión alienígena para la ocasión. Cinco sartencitos (sin contar a Milo), cinco que se desprendieron de la cadena del tiempo de las rutinas diarias para charlar tranquilamente sobre Matadero cinco (¡5!, gritaría el Conde Draco) de Kurt Vonnegut.


Directamente desde Trafalmadore, Kate Bush nos canta (... y baila?) Cumbres Borrascosas...


Vonnegut, Kurt.
Matadero Cinco, o, La Cruzada de los niños.
Traducción de Margarita García de Miró.
Barcelona: Anagrama, 2007.
(Contraseñas ; 93),
188 p.
ISBN: 978-84-339-1293-0.
7,21€

A falta de la opinión de los que no pudieron venir (saben que tienen este blog a su disposición), diremos que Matadero cinco gustó por mayoría de los allí presentes. La voz más disidente fue la de Insonrible, quien encontró cansina la ida de olla de las aventuras de Billy Pilgrim (por otra parte, un personaje arquetípico de su época, aquellos años sesenta-setenta entre el Pace and Love (en especial contra la Guerra del Vietnam) y fugas marcianas a partes iguales. Demasiadas anécdotas juntas sin un hilo narrativo compacto que hacen que uno se pierda con facilidad, recurriendo en exceso a citas de otros para poner un poco de orden entre tanta acumulación de microdatos. Como leyó Insonrible en alguna parte : “[Vonnegut] Intentó escribir algo trascendente sobre su experiencia en el bombardeo de Dresde. Pero no pudo”. Y no nos extraña, tal experiencia (recordemos que es una novela muy autobiográfica) debió ser tan horrible como traumática y difícil de rememorar durante el resto de su vida. Pero al resto de sartencitos no les pareció tan agotadora la lectura, e incluso se perdieron a gusto entre los saltos en el tiempo y abducciones extraterrestres propias del personal estilo esquizofrénico del que se nombró representante el mismo autor.

Fue general apreciar el gran sentido del humor de Vonnegut, ese Gallows humor (“humor del patíbulo” según traducción extraída de Strange Library, el blog de un señor de Córdoba que dedicó un par de entradas excelentes a Kurt Vonnegut y que por indicación de Samedimanche leímos y ahora repescamos aquí)... que te deja la sonrisa congelada en muchas ocasiones, como tras leer aquel así fue (del original inglés So it goes, peor traducido nos pareció el què hi farem de la versión catalana). La coletilla que, como un mantra siniestro (por cierto, el mantra de La Sartén ya es monja-jamón...), se repite tras cada muerte... Mucha muerte, no las contamos, pero son muchas, miles... Recordamos haber leído en Internet que el bombardeo de Dresde fue el más devastador de la II Guerra Mundial, con un número de víctimas muy por encima de Hiroshima y del Holocausto, y aunque siempre se mantuvo cierto silencio al respecto, hace poco se han editado algunos libros más sobre él.

¡Concurso de cubiertas!

Entre las versiones impresas tradicionales de las traducciones al catalán y al castellano, pasando por la versión electrónica del e-book de Samedimanche... ganó la de Anagrama.

Un breve inciso para hablar de la parte culinaria. Noche norteamericana con pizza y hot dogs, pero sin olvidar (de hecho, fueron los que más triunfaron) los sabores extraterrestres sin salir de la Tierra (¡hay otros mundos, pero están en este!), en forma de deliciosa tortilla de patata, jamón y pan de leña con tomate. Para el día después, la consigna fue comida alemana... y llegó a base de contundentes albóndigas a la germana! Pero otra vez volviendo a lo nuestro (¡Lo nuestro, arriba el jaroteo! que diría Justo Molinero), desde México con el autentico guacamole de Kira, y desde Trafalmadore con unos calabacines rellenos de verdura, horneados con bechamel y queso gratinado. De postre, tarta casera de melocotón acompañada de helado de vainilla. Para beber, rico vino blanco de malvasía del Garraf, vino dulce de garnacha del Empordà y el café... de Costa Rica! Toronto hizo llegar las felicitaciones a su alienígena madre, fue ella quien esta vez cocinó para La Sartén.

¡Concurso marciano!

El homenaje de Irving en Príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra a su buen amigo Vonnegut consistió en incluir la fotografía pornográfica de una mujer y un pony que aparece en Matadero cinco. Kira fue la única acertante del concurso y por tanto la merecedora ganadora de un precioso, y algo extraterrestre ¡MI PEQUEÑO PONY!

Regresamos a los mundos de Pilgrim, un personaje que nos pareció de un carácter muy similar al de Forrest Gump (que según LittleEmily, en la novela original de Winston Groom (de 1986, por tanto posterior a Matadero cinco, publicada en 1969), que no en la adaptación de Robert Zemekis, también incluye un viaje al espacio sideral). Como Forrest, siempre optimista en su ingenuidad, sólo a Toronto le pareció que los viajes a Trafalmadore de Pilgrim fuesen producto de una depresión y una esquizofrenía galopante, el resto de sartencitos viajaron de veras con él. También recordó a un personaje propio de Samuel Beckett, sobre todo cuando en Dresde va ataviado con ese abrigo raído y las botas plateadas, como un clown marciano en medio del absurdo de la guerra. Sin duda, ésta es una gran novela pacifista.

Kira y Samedimanche rememoraron pasajes de los que calan hondo: describir el carácter de un país por el aspecto de los uniformes de sus soldados, el momento morir y no morir, la película de Dresde invertida, el nuevo Evangelio del espacio (aquí Samedimanche estableció conexión (ti-tu-ti-tu-tí...) con J.J. Benítez y su Caballo de Troya), la camaradería infantil (los soldados de su quinta eran unos críos) de los Tres Mosqueteros, con la posibilidad de escribir la historia a base de elementos de su alrededor (a la manera de Sospechosos Habituales... ojo al dato de Kira: en los USA las chocolatinas 3 Musketeers son muy populares), el insistente “Yo estuve allí...” en el hospital, su relación con Kilgore Trout, la relación con su esposa Valencia, el amor incondicional de su perro, el zoo en Trafalmadore... y muchos más momentos que se perdieron en los anillos del tiempo, pero, más o menos, así fue, què hi farem...



Para la próxima sartén, LittleEmily, después de un amago de escoger un Steinbeck, se decantó finalmente por La librería de Penelope Fitzgerald. Será para principios de enero, entorno a Reyes, y la lectura irá acompañada de una segunda edición de nuestros cuentos de navidad, así que ya saben: anímense a escribir algo para la ocasión y monja-jamón!

viernes, 4 de noviembre de 2011

así era


una mañana reciente entro, entré, entraré en el metro mientras otro ocupante de dicha nave transportadora lee, leyó, leerá acerca del mundo tralfamadore. yo estaba allí.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Ti-tu-ti-tu-tiiiiií...


Joan Miró
Constel·lació

Pasan los días y se acerca nuestro encuentro en la tercera fase.
Esta vez los sartencitos serán abducidos por una nave de la renfe para llegar hasta Trafalmadore. Allí les espera Toronto, anfitrión de la reunión en la que charlaremos sobre Matadero 5 de Kurt Vonnegut.

Y es que no hay nada mejor que huir al espacio exterior un fin de semana. Un viaje en el tiempo donde conviven el pasado ancestral de la Catalunya profunda con la modernidad surrealista y marciana propia de la cantina de Star Wars:


viernes, 28 de octubre de 2011

Concurso marciano


John Irving fue alumno del taller de escritores que Kurt Vonnegut impartía en la Universidad de Iowa a mediados de los años 60'. Desde entonces, mantuvieron una larga amistad, hasta la muerte de Vonnegut en 2007.

¡Atención!, pregunta para sartencitos:

¿A qué pasaje de Matadero 5 hizo un pequeño y peludo guiño-homenaje John Irving en Príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra?

Si lo saben porque lo recuerdan (leímos Príncipes... en una sartén pasada) o porque lo han buscado y lo han encontrado, porque han pillado la pista (pequeño y peludo)... escriban un mensaje de correo electrónico con la respuesta a Toronto. Entre las respuestas acertadas, tanto de los que vengan a la próxima sartén como los que no, el 5 de noviembre se sorteará un regalo sorpresa digno de Trafalmadore.


sábado, 15 de octubre de 2011

Matadero 70's


Valerie Perrine


Slaughterhouse Five (1972)
de George Roy Hill

No sé si todos estarán de acuerdo, pero, con el riesgo de generalizar, parece que el cine de los años setenta ha envejecido fatal. Quizás por el vestuario (de una elegancia algo chusca), el maquillaje (¡esos brillos!), la peluquería (cardados, peinados tupidos tipo casco, mostachos, patillas y felpudos frondosos...). O como chirrían esas caracterizaciones de joven a viejo! También por la fotografía que se llevaba entonces, de luz tan intensa que parece requemada y con los colores saturados...

Matadero 5, la película, es una adaptación correcta, con medios (la recreación de la II Guerra Mundial, la ciudad de Dresde...), buenas interpretaciones (encabezada por el entonces debutante revelación Michael Sacks... y con la participación estelar y galáctica de la gran Valerie Perrine!)… pero, como en la cabecita del pobre Pilgrim, los saltos en el tiempo no corrieron nada a su favor! Y por encima de temas estéticos y formales, siendo bastante fiel al libro (que no es muy largo y permite pocos recortes), falla en algo que parece no debe ser nada fácil, pero ahí estaba el gran reto: transmitir a partes iguales horror y humor. Eso sólo lo consiguió la novela de Vonnegut, entre otras muchas cosas que los sartencitos andamos descubriendo...

domingo, 9 de octubre de 2011

La gran sartén americana

Kurt Vonnegut retratado por su hija

A raíz de la reciente publicación de la traducción al castellano y al catalán de Libertad del escritor norteamericano Jonathan Franzen, ayer apareció en un suplemento cultural de tirada nacional, una lista de las novelas top que responden a lo que los críticos literarios llaman el canon de la gran novela americana. Esta lista va de finales del siglo XIX a finales del XX. Representando a los años sesenta del XX, ahí están Matadero 5 (1969) de Kurt Vonnegut, junto a A sangre fría (1965) de Truman Capote, escritor que también pasó, algo escaldado, por nuestra sartén (escogimos una novela primeriza que él mismo habría tirado a las brasas!). Como también dos más de los presentes: Sherwood Anderson con su Winesburg, Ohio (1919) y En la carretera (1957) de Jack Kerouak, aunque sólo de rebote, porque nos decantamos por las carreteras secundarias que llegaban a él.

Aquí está la lista completa:

DE 'LA LETRA ESCARLATA' A 'PASTORAL AMERICANA'

Desde Nathaniel Hawthorne a Philip Roth y, entre ellos, Faulkner, Steinbeck, Bellow, Pynchon… La narrativa estadounidense a lo largo del último siglo y medio está jalonada de grandes títulos. Por E. Lago

La letra escarlata (1850) Nathaniel Hawthorne

Moby-Dick (1851) Herman Melville

Las aventuras de Huckleberry Finn (1884) Mark Twain

Winesburg, Ohio (1919) Sherwood Anderson

El Gran Gatsby (1925) Francis Scott Fitzgerald

Una tragedia americana (1925) Theodore Dreiser

El ruido y la furia (1929) William Faulkner

Llámalo sueño (1935) Henry Roth

Trilogía USA (1938) John Dos Passos

Las uvas de la ira (1939) John Steinbeck

El corazón es un cazador solitario (1940) Carson McCullers

Las aventuras de Augie March (1953) Saul Bellow

Los reconocimientos (1955) William Gaddis

En la carretera (1957) Jack Kerouac

A sangre fría (1965) Truman Capote

Ragtime (1975) E. L. Doctorow

Matadero 5 (1969) Kurt Vonnegut

La hija del optimista (1972) Eudora Welty

El arco iris de la gravedad (1973) Thomas Pynchon

Meridiano de sangre (1986) Cormac McCarthy

Beloved (1987) Toni Morrison

Cuarteto de Conejo Armstrong (1960-1990) John Updike

La broma infinita (1996) David Foster Wallace

Submundo (1997) Don DeLillo

Pastoral americana (1997) Philip Roth

sábado, 24 de septiembre de 2011

Matadero Cinco

Quien dice Venus, dice Trafalmadore...
También hay vida en la Tierra, pero es peor.
(Ilustración: Bizarre Stuff)

"Matadero Cinco catapultó a Kurt Vonnegut como uno de los grandes ídolos de la juventud norteamericana y se convirtió de inmediato en un clásico de la literatura contemporánea. Una historia amarga, conmovedora y a la vez divertidísima, de la inocencia confrontada con el apocalipsis, «una novela con ribetes esquizofrénico-telegráficos», en palabras de su autor. Kurt Vonnegut fue hecho prisionero en la Segunda Guerra Mundial y se encontraba en Dresde cuando esta ciudad fue bombardeada y arrasada por la aviación norteamericana; este hecho le marcó profundamente y decidió escribir un libro en torno a ese tema: Matadero Cinco. La historia de un superviviente de la matanza que, muchos años más tarde, es raptado y transportado al planeta Trafalmadore es una de las muchas tramas que se entrecruzan en una obra profundamente innovadora, en la que resplandecen cegadoras metáforas de la nueva era y en la que los pasajes de ciencia-ficción funcionan a la manera de los payasos de Shakespeare. El humor, a menudo muy negro, es esencial en la obra de Vonnegut, quien ha afirmado que «lo cómico es parte tan integral en mi vida que empiezo a trabajar en una historia sobre cualquier tema y, si no encuentro elementos cómicos, la dejo»".

(Texto: Anagrama)

jueves, 22 de septiembre de 2011

Vivement Dimanche



Llegó el domingo y los sartencitos acudieron a su primera cita literaria del nuevo curso. Madame Clouseau, anfitriona de lujo, recibió en su apartamento. La intención era que la velada transcurriera en el patio, pero unas nubes pasajeras nos trasladaron al interior cuando empezó a llover. Cosas del final del verano. Entorno a la mesa: Insonrible, Samedimanche, Closeau, Julián, Raúl, LittleEmily, B. Powerful, Toronto, Kira y, como invitada de excepción, llegada de México, nos visitó su encantadora hermana A. Debajo de la mesa, encima de la cama y alrededores: Marcello, el lindo gatito de Closeau.

Excepto un delicioso guiso de pommes de terre y el brie, nada más francés y nada de nada alemán o ucraniano para el menú de Suite francesa. Pero bueno, como si de un estraperlo internacional se tratara, hubo sushi japonés, banitsas búlgaras, pan con tomate y embutidos de la tierra, vino de Rioja y coronitas mexicanas. Las nubes descargaron, pasaron y pudimos regresar al patio para los postres (pastel de ciruelas y trufas de chocolate), cafés y copas. De banda sonora de fondo, Closeau puso a la Piaf, algo de chanson y Pink Martini. El vecino contribuyó con su potente aspirador y percusiones aborígenes sacudiendo con brío alpargatas y alfombras.

Este curso, inauguramos sección sartenera:

¡Concurso de cubiertas!

La Sartén Littéraire se decantó por la más sencilla, a la par que elegante, y ganó la cubierta rosada de Salamadra, conmemorativa del décimo aniversario de la editorial.

Némirovsky, Irène. Suite Francesa. Traducción: José Antonio Soriano Marco. Barcelona: Salamadra, 2010. (Narrariva). 544 p. ISBN: 978-84-9838-338-6. 12,00 €

Suite francesa nos gusto por unanimidad. Quedamos todos encantados con la elección. No encontramos ningún pero a semejante obra de arte, al contrario: la lástima de saber que se trata de una obra inacabada y a qué grado de perfección habría llegado si la hubiese terminado y revisado! El manuscrito que milagrosa y afortunadamente se salvó, está actualmente en el Museun of Jewish Heritage de Nueva York.

El tono realista, triste por la situación de sus protagonistas, pero sin sentimentalismos lacrimógenos, también tiene sitio para el humor: el soldado muerto que asiste a su entierro (...y que gordo vienes de la guerra!), la hilarante condesa loca, o esas ordinarias españolas! Bien documentados por los espléndidos anexos de algunas de las ediciones, comprobamos que la prosa de Némirovsky es muy cinematográfica (...ya tardan en hacer la serie!). Con pasajes de una belleza arrebatadora, acompañados de un detallismo desbordante: como describe los interiores de las casas, granjas, los bosques y jardines... de las telas a los cubiertos de plata, el mobiliario y la porcelana... y siempre sin que se haga pesado. Al contrario, todo fluye en la acción de manera ágil y muy elegante. Ni falta ni sobra absolutamente nada. Música perfecta, como una suite de Bach (tomó el título de la novela de la Suite Francesa de Johan Sebastian Bach).

Repasamos la amplia galería de personajes. Némirovsky, que preparaba biografías enteras y detalladas de sus personajes, uno por uno, como paso previo a la redacción de las novelas, borda todos los caracteres por diferentes que sean, con esa manera tan sutil de retratarlos sin ningún juicio moral, que ellos mismos, buenos y malos, se muestren tal como son por sus pensamientos y acciones. Por citar solo tres, diremos que gustó especialmente Arlette Corail, la bailarina; sufrimos todos con el trágico destino del pobre cura Martin Péricaud; no gustó demasiado la actitud algo bruta de Benoît (aunque abría un interesante hilo sobre la reivindicación de los derechos de los más pobres, aumentada a raíz de las injusticias que las diferencias de clase propiciaron durante la Segunda Guerra Mundial). El tema del colaboracionismo con los alemanes nos llevó hasta... 'Allo 'Allo! Y también a casos de judíos que no huyeron y sobrevivieron la mar de bien, como Gertrude Stein y Alice B.Toklas. Y cayó una recomendación para conocer el punto de vista inglés de la ocupación nazi a través de Good Evening, Mrs Craven, de Mollie Panter-Downes.

Irène Némirovsky con su madre, Anna Némirovsky, en 1912 o 1913.

No pudimos separar la novela de la vida de su autora, que recordamos terminó muriendo en el campo de concentración de Auschwitz. Con La agonía de Francia de Manuel Chaves a mano, supimos que muchos franceses no huyeron porque estaban plenamente convencidos de que su país no les defraudaría y nada malo les iba a pasar! Además, Némirovsky en aquella época era ya una escritora de prestigio y quizás se confió demasiado de por ser quien era pensando que no la deportarían. Tristemente no fue así.

Entre los sartencitos había quien conocía otras novelas de la misma autora, en concreto Los perros y los lobos, El ardor y la sangre o El baile... Y viendo ahora todos con Suite francesa como escribía esta señora, no entendemos que, aún gozando de cierta fama y reconocimiento, no figure ya entre los grandes nombres de la literatura universal.

Y para la próxima Sartén...

No abandonamos la Segunda Guerra Mundial, pero sí hacemos un cambio de registro radical. Toronto propone un viaje por el tiempo desde Dresden a Trafalmadore subidos en la nave espacial de Kurt Vonnegut: Matadero Cinco.


viernes, 16 de septiembre de 2011

Sartén francesa


¡Se acerca nuestro día D!

D de domingo, 18 de septiembre de 2011, a las 14:00 horas.

La tropa de la Sartén Littéraire desembarcará en casa de Madame Closeau para charlar sobre Suite francesa de Irène Némirovsky.

El espíritu francés de la velada transformará el acogedor apartamento de nuestra anfitiona en aquel 84 del Boulevard Delessert, la residencia parisina de los Péricand durante la Segunda Guerra Mundial... Pero nos saltaremos el racionamiento y tiraremos del lujo desmedido del estraperlo para comer y beber como es debido!


Jusque-là, cher sartenets!

(Foto: Le Petit Parisien (1952) de Willy Ronis y vista de la Tour Eiffel desde el Boulevard Delessert de Bruno Pop)

martes, 13 de septiembre de 2011

La agonía de Francia


Jacques Bonsergent llorando durante la entrada de las tropas nazis. París, junio de 1940. Fotografía que representó la indignación e impotencia de los franceses ante la derrota. Bonsergent fue el primer parisino ejecutado por los alemanes antes de la Navidad de 1940, tras ser condenado a muerte por participar en una pelea donde murió un soldado alemán. (Fuente: Laïus d'olibrius)

Nuestra sartencita LittleEmily, hace unas semanas encontró un libro que, según nos cuenta vía e-mail:

"... podría ir muy bien para complementar Suite francesa de Némirovsky (que no nos pase como con la Poniatowska que a nadie le salia el nombre): explica en unas 100 páginas porque los franceses se hundieron tan pronto cuando llegaron los alemanes. El título es: La agonía de Francia, de Manuel Chaves Nogales. La editorial, Libros del Asteroide.

Chaves Nogales era un periodista español que estuvo exiliado en París cuando empezó la Segunda Guerra Mundial. Lo mejor del libro es que todo lo que escribe lo escribió en aquel mismo momento, en el que todo estaba pasando, no hay una reflexión de años por medio. Además, no llegó a ver el final de la guerra, murió en 1944”.



Chaves Nogales, Manuel. La agonía de Francia. Prólogo de Xavier Pericay. 5ª ed. Barcelona: Libros del Asteroide, 2011. 208 p. ISBN: 9788492663217.

(Foto de la cubierta: Libros del Asteroide)


Post Scriptum: no dejéis de ver las curiosas fotografías de la Francia ocupada que nos ofrece ésta web indefinible.


jueves, 8 de septiembre de 2011

Une sartén regard



El título de esta entrada es nuestra adaptación particular de la famosa sección del festival de cine de Cannes... Pero la película que hoy ponemos en la sartén ganó el primer premio de otro festival, el de Venecia, que miren por donde, casualmente se celebra por estas mismas fechas. La Sartén Littéraire siempre afin al glamour, aunque no tengamos góndola, ni más canales que los de la TDT.

Un más que merecido león de oro se llevó en 1952 Los juegos prohibidos (Jeux interdits) de Réne Clément. Quizás para desengrasar un poco con tanto drama, mejor podríamos haber escogido algo como ahora Allo, Allo! o Malditos Bastardos, que tratan la ocupación nazi en Francia con desparpajo y humor. Pero si no conocen la película de Clément, no duden en buscarla y verla (pañuelo en mano). La recomendación llegó vía Madame Insonrible hace tiempo, sin saber entonces que algún día leeríamos Suite francesa en La Sartén. Como en la novela, esta película retrata de forma conmovedora ese momento de la huida por los caminos de la campiña francesa:



“Junio de 1940. Centenares de franceses, entre los que se encuentran la pequeña Paulette y sus padres, se dirigen en un desesperado éxodo hacia el sur de Francia. Los aviones nazis sobrevuelan el camino y bombardean sin piedad a la multitud. Los padres de Paulette y su perro mueren durante el ataque. Alguien lanza el cadáver del animal al río, pero la niña, incapaz de separarse de él, decide seguirlo, lo que propicia su encuentro con Michel, un chico de once años, que la lleva a la granja de sus padres, donde es muy bien acogida.”(FILMAFFINITY).


lunes, 5 de septiembre de 2011

Vida de novela


Irène Némirovsky


"11 de Mayo de 1945. Respuesta de Robert Esménard a Marc Aldanov.

La señora Némirovsky fue, efectivamente, detenida el mes de julio de 1942, llevada al campo de Pithiviers, y después deportada. Su marido, unas cuantas semanas más tarde, pasó por lo mismo. No hemos tenido noticias y estamos extremamente preocupados por ellos. Sé que la señorita Dumont, que salvó a las dos niñas, las educa perfectamente." ( I.N. Correspondencia 1936-1945).

Tremenda la vida de Irène Némirovsky. Sin duda, en Suite francesa volcó mucho de la clase y el estatus que conoció de primera mano, sin dejarse detalle alguno, miserias incluidas. El prólogo con su biografía y los anexos con la correspondencia de algunas ediciones de la novela (Salamandra en castellano y RBA-La Magrana en catalán) aportan un personaje más a las familias y alrededores del éxodo francés que relata: la misma autora. Una vida dura desde la infancia, con un paréntesis feliz en Paris de los años 20', escribiendo y formando su verdadera familia, hasta la llegada de la guerra y el trágico final en Auschwitz. ¡Y qué fuerte lo de su madre! Las sartencitas que leyeron El baile seguro podrán aportar más datos al respecto (dicen que esta novela tiene como trasunto mucho de esa relación). Pero lo que hizo la madre desentendiéndose totalmente de su hija y sus nietas ante la deportación, viviendo ella en Biarritz a cuerpo de reina... no tiene nombre ni perdón! Encima la vieja (que odiaba envejecer) murió pasados los cien! Si es que mala hierba...

"Irène Némirovsky (Kiev, 1903-Auschwitz, 1942) recibió una educación exquisita, aun- que tuvo una infancia infeliz y solitaria. Tras huir de la revolución bolchevique, su familia se estableció en París en 1919, donde Irène obtuvo la licenciatura de Letras en la Sorbona. En 1929 envió su primera novela, David Golder, a la editorial Grasset, dando comienzo a una brillante carrera literaria que la consagraría como una de las escritoras de mayor prestigio de Francia. Pero la Segunda Guerra Mundial marcaría trágicamente su destino. Deportada a Auschwitz, donde sería asesinada igual que su marido, Michel Epstein, dejó a sus dos hijas una maleta que éstas conservaron durante decenios. En ella se encontraba el manuscrito de Suite francesa, cuya publicación en 2004 desencadenó un fenómeno editorial y cultural sin precedentes: la novela se tradujo a treinta y nueve idiomas, obtuvo numerosos premios —entre ellos el Premio Renaudot, otorgado por primera vez a un autor fallecido— y fue uno de los libros más leídos en casi todos los países donde se publicó, con más de un millón de ejemplares vendidos en todo el mundo. En España fue galardonada con el Premio del Gremio de Libreros de Madrid y también cosechó un sorprendente éxito comercial". (Texto: Salamandra).

Página web sobre Irène Némirovsky: http://www.irenenemirovsky.guillaumedelaby.com/

jueves, 1 de septiembre de 2011

Aristogatos


¡Aquí estamos de nuevo! En La Sartén Littéraire debemos tener el carácter del gato, aquel que, como escribió Irène Némirovsky en Suite francesa, enseguida se acostumbra a los lugares donde se le trata bien.

Apuesten sus botas de gato con botas a que entre las muchas cosas de Suite francesa que más le ha gustado a Closeau (nuestra próxima anfitriona que escogió la novela), una es el amor que Némirovsky mostró por los gatos. Seguramente el mismo que siente ella por su gato Marcello... y Julián por su bella Lola, Samedimanche por Elvis (después de Albert, y no me refiero al gato de la familia Péricaud!), La Abutrí de Getafe por su Fellini y LittleEmily por sus 2 (¿o eran 3?¿4?) gatos...

Así que una buena manera de volver después de las vacaciones de verano puede ser hacerlo al ritmo de los gatos más aristocráticos de París, pero pasados por el savoir-faire de un viejo gato callejero: Brian Setzer y su orquesta: Everybody wants to be a cat!




(Ilustración Books, cats, life is sweet de Edward Gorey)

miércoles, 13 de julio de 2011

Suite francesa


Irène Némirovsky
(1903-1942)

"El descubrimiento de un manuscrito perdido de Irène Némirovsky causó una auténtica conmoción en el mundo editorial francés y europeo. Novela excepcional escrita en condiciones excepcionales, Suite francesa retrata con maestría una época fundamental de la Europa del siglo XX. En otoño de 2004 le fue concedido el premio Renaudot, otorgado por primera vez a un autor fallecido.

Imbuida de un claro componente autobiográfico, Suite francesa se inicia en París los días previos a la invasión alemana, en un clima de incertidumbre e incredulidad. Enseguida, tras las primeras bombas, miles de familias se lanzan a las carreteras en coche, en bicicleta o a pie. Némirovsky dibuja con precisión las escenas, unas conmovedoras y otras grotescas, que se suceden en el camino: ricos burgueses angustiados, amantes abandonadas, ancianos olvidados en el viaje, los bombardeos sobre la población indefensa, las artimañas para conseguir agua, comida y gasolina. A medida que los alemanes van tomando posesión del país, se vislumbra un desmoronamiento del orden social imperante y el nacimiento de una nueva época.

La presencia de los invasores despertará odios, pero también historias de amor clandestinas y públicas muestras de colaboracionismo. Concebida como una composición en cinco partes —de las cuales la autora sólo alcanzó a escribir dos— Suite francesa combina un retrato intimista de la burguesía ilustrada con una visión implacable de la sociedad francesa durante la ocupación. Con lucidez, pero también con un desasosiego notablemente exento de sentimentalismo, Némirovsky muestra el fiel reflejo de una sociedad que ha perdido su rumbo. El tono realista y distante de Némirovsky le permite componer una radiografía fiel del país que la ha abandonado a su suerte y la ha arrojado en manos de sus verdugos. Estamos pues ante un testimonio profundo y conmovedor de la condición humana, escrito sin la facilidad de la distancia ni la perspectiva del tiempo, por alguien que no llegó a conocer siquiera el final del cataclismo que le tocó vivir".

Texto: Salamandra.

domingo, 10 de julio de 2011

Hot Turkey!


Y llegó el día de la prueba sartenera para Cold Turkey, la primera novela (todavía inédita... editoriales: !ya tardan!) de nuestra sartencita Insonrible.

Como se hace algo difícil una crónica de lo que se dijo y debatió sin desvelar el argumento de Cold Turkey (hay que tomar precauciones, que hay mucha lagarta y mucho buitre sueltos, dispuestos a plagiar las buenas historias ajenas!), este aspecto lo vamos a ventilar rapidito y con sumo secreto. Citando, que no plagiando, a Enrique Vila-Matas, quien, en un artículo de su columna semanal Café Perec, afirmaba: Conozco a un escritor que cuando le preguntan de qué va su novela dice: “De lo que va escrito en ella”.

A riesgo que aumente considerablemente el concepto de mamarracho que ya sustenta Vila-Matas entre un sector de La Sartén, ahí queda eso. Sólo añadir que "lo que va escrito" en Cold Turkey nos gustó y mucho, por unanimidad a todos los reunidos: Julián, Samedimanche, Raúl, B. Powerful, LittleEmily, Closeau, Kira, Mela y Toronto. Como siempre, le salon littéraire de Madame Insonrible (¡ya en quinto curso de francés!) nos acogió estupendamente.

Se anunció la presencia de Inma y Pepe. Ella es la única amiga de La Sartén que nunca lee la novela pero siempre que viene y expresa su opinión, da en el clavo o saca aquello que nadie vio y sorprendentemente estaba (o no) en el libro... pero al final pasó la velada y no aparecieron. Lástima, porque hubo comida para dos más... ¡O también para diez más! ¡Cuanta comida! El menú de merienda-cena (siempre acorde al contenido de la novela), que podía ser catalán, norteamericano o francés (… y hasta aquí puedo leer, que diría Mayra) tuvo de todo: quesos y patés, pinchitos de pavo frío (¡como no!) en finas lonchas sobre queso, deliciosos sandwiches a la mad men de Closeau, una quiche exquisita de Kira y Mela (donde se podía leer el título de la novela hecha con letras de masa), ensaladas de pasta y de cus cus, tostadas y suculento pan de naranja,... cocas dulces (fruta confitada, anís y chocolate) de postre, a cargo de Samedimanche y LittleEmily . Para beber, triunfó el tinto de verano y, de mira pero no me toques, una botella de vino exclusivo Cold Turkey gran reserva (etiquetada en los viñedos Mel&Kir de la Provence del Poble Sec) que sin descorchar se fue directa al museo de chez Insonrible.

Y con el cava cerrando (para algunos...), brindamos por este nuevo gran valor de las letras hispanas: ¡Felicidades Insonrible! ¡Larga vida a Cold Turkey!

El próximo libro será Suite francesa de Irène Némirovsky, escogido por Closeau, quien seguro que nos desea un verano mucho más feliz y alegre que el que desgraciadamente pasó la pobre escritora ucraniana poco antes de casi terminar ésta su novela póstuma. Pues eso: ¡feliz verano a todos!

viernes, 1 de julio de 2011

La Sartén de la Pacheca



Será en Barcelona, aunque con un poco más de presupuesto o puestos a escoger... la juerga flamenca podría haber sido o en Nueva York o en París...
La Sartén Littéraire se reunirá el próximo domingo 3 de Julio,
a partir de las 18:30 - 19:00 H. de la tarde,
en casa de Insonrible,
anfitriona de la velada y autora de la novela sobre la que charlaremos: Cold Turkey.

Probablemente será esta una sartén única por poder tener delante a la escritora de nuestra lectura, además de hacerlo muy cerca de las calles donde transcurre parte de la acción de la novela en Barcelona. Una cita que se presenta inolvidable... pero: ¿Habrán leído Cold Turkey todos los sartencitos? Y si es así... ¿Dónde, cómo y cuándo? Y lo más importante: ¿Habrá gustado a esta nuestra comunidad de incansables elucubradores? Muy pronto tendremos las respuestas y cuenta de ello daremos en este mismo blog. Pero, pase lo que pase el domingo, Insonrible: no tema por sus carnes morenas!



Todos a la próxima Sartén: ¡No se la pierdan!

martes, 28 de junio de 2011

miércoles, 22 de junio de 2011

La mirada de Lisette


Una tercera mirada que recoge Cold Turkey: Lisette Model.

Running Legs , 42nd Street, New York
(c. 1940-44)

Las Vegas, on the Bar (c. 1949)

Lisette Model “... en los años cuarenta, coincidiendo con su traslado a un apartamento de Greenwich Village, empieza una serie de reportajes de la vida cotidiana, ya sea en la calle, o frecuentando bares, cafés y cabarets.
 Estas imágenes se publican en revistas tales como París Match, Look, Ladies Home Journal, Harper's Bazaar.”*




Nick's, NYC (c. 1940-49)

“
Cuando murió, en 1983, todavía vivía en el apartamento de Greenwich Village con las paredes, suelos y muebles pintados por su marido Evsa, con cuadrados y rectángulos rojos, verdes, azules y negros.

Su obra se conserva en MOMA de Nueva York, Museo de Arte de Nueva Orleans y George Eastman House de Rochester.”*

(Nota al comentario del post anterior: Suerte que no era un mirada tan obvia... sólo hacía falta mirar la fotografía escogida para la portada!)


(*Fuente: El ángel caído)