lunes, 13 de diciembre de 2010

Mándala


Caricatura de Julio Cortázar
por Fernando Vicente


"Rayuela. Un libro único, abierto a múltiples lecturas, lleno de humor, de riesgo y de una originalidad sin precedentes.
La aparición de Rayuela en 1963 conmocionó el panorama cultural de su tiempo y supuso una verdadera revolución en la narrativa en lengua castellana: por primera vez un escritor llevaba hasta las últimas consecuencias la voluntad de transgredir el orden tradicional de una historia y el lenguaje para contarla. Es quizás el libro donde Cortázar está entero, con toda su complejidad ética y estética, con su imaginación y su humor.
Cortázar empieza por proponer un acercamiento activo al libro y ofrece varias posibilidades de lectura: el lector ha de decidir: ¿optar por el orden de lectura tradicional? ¿Seguir el tablero de dirección? ¿Remitirse al azar? Después lo lleva a dos lugares distintos. «Del lado de allá», París, la relación de Oliveira y la Maga, el club de la serpiente, el primer descenso de Horacio a los infiernos; y «Del lado de acá», Buenos Aires, el encuentro de Tráveler y Talita, el circo, el manicomio, el segundo descenso".

"Julio Cortázar tenía pensado titular al libro Mándala en referencia al símbolo circular que se encuentra desde el comienzo de la humanidad. Las diferentes culturas coinciden en que conduce hacia el camino a la unidad del ser y ese nombre quería hacer referencia a esa búsqueda. Sin embargo, titularlo de esa manera le sonaba pretencioso y decidió llamarlo Rayuela." (Wikipedia)

"¿Viaje hacia delante, viaje hacia atrás? Viaje iniciático, sin duda, del que el lector emerge tal vez con otra idea acerca del modo de leer los libros y de ver la vida. Un mosaico donde toda una época se vio maravillosamente reflejada.
Es quizás el libro donde Cortázar esta entero, con toda su complejidad ética y estética, con su cuestionamiento del lenguaje y la forma novelesca, con su imaginación y su humor. Cortázar empieza por proponer un acercamiento activo al libro y ofrece varias posibilidades de lectura. El lector ha de decidir: ¿Optar por el orden de lectura tradicional? ¿Seguir el tablero de dirección? ¿Remitirse al azar?. Después lo lleva a dos lugares distintos: «Del lado de allá», París, la relación de Oliveira y la Maga, el club de la serpiente, el primer descenso de Horacio a los infiernos; y «Del lado de acá», Buenos Aires, el encuentro de Tráveler y Talita, el circo, el manicomio, el segundo descenso. ¿Viaje hacia delante, viaje hacia atrás? Viaje iniciático, sin duda, del que el lector emerge tal vez con otra idea acerca del modo de leer los libros y de ver la vida."

Fuente: Alfaguara

jueves, 9 de diciembre de 2010

Velada Wilgefortis en la Sartén

//
En honor a Dunstan Ramsay, Igancio Blazón y a todos los bolandistas, empezaremos diciendo que La Sartén Littéraire se reunió para charlar sobre El quinto en discordia de Robertson Davies el pasado 6 de diciembre, día de San Nicolás de Bari, San Fortián o Fortunato (que no es un perro, ni es un gato, es un lobo muy sensato, nuestro amigo Fortunato) y San Pedro Pascual.

Wilgefortisamedimanche iluminada
//
San Fortunato, un lobo muy sensato

Una expedición proveniente de Barcelona se desplazó en coche hasta el nuevo Deptford ampurdanés, donde vive Toronto. Al volante, el santo marido de Samedimanche (que siendo santo, fue muy apropiado invitarlo), ella de copiloto y Powerful, Closeau y Julián, de paquetes. Después de la bienvenida del anfitrión y de una ruta turística de 5 minutos escasos por el pueblo (es minúsculo: campos, plaza, iglesia, cementerio, cuatro casas, montañas) nos dispusimos a preparar la comida. Dejamos para el día siguiente una excursión por el bosque y alrededores de la zona.

La mesa siempre a punto...

De entrantes, Closeau trajo sus deliciosas cloquetas caseras, que acompañamos de salmón y jamón ahumados. De segundo plato, Toronto preparó un pastís chinoise, pastel de carne típico del Canadá, a base de carne picada, maíz y patata. De postre, pastel de manzana, también casero, con helado de vainilla. Para el café y la merienda tertuliana, Samedimanche horneó ricas galletas de jengibre en forma de ardilla (guiño al anfitrión) y de fantasma (guiño en general). Los vinos, licores, más dulces, el sirope de arce y caramelos Wonka, a cargo de Powerful.

Frangelico bolandista, jarabe de arce y ardillas de jengibre


Davies, Robertson. El quinto en discordia.
Traducción de Natalia Cervera.
7a ed.
Barcelona: Libros del Asteroide, 2009.
360 p.
ISBN: 978-84-934315-6-3.
Precio: 18,95€

Cinco sartencitos reunidos y poca discordia: por unanimidad, la primera parte de la Trilogía de Deptford gustó mucho. Y tenemos constancia telefónica y electrónica que a Insonrible, Kira y Raúl, que no pudieron venir, también les gustó. Sólo Julián puso algún pequeño pero insignificante, ya que para él, el libro arranca alto (espectacular el comienzo, aquella bola de nieve que desencadenará la historia), un punto en que baja (no le apasiona demasiado la parte de la guerra), y vuelve a subir a las cotas más altas (el circo, la aparición de Liesl). A los demás, todo, absolutamente todo, nos pareció igual de ameno. Pasan muchas cosas y muy interesantes, con un ritmo portentoso, tan bien escritas, tan culto (Samedimanche apuntó que el nivel de erudición de Davies en la Trilogía de Cornish llega a ser algo pedante, cosa que no llega a ocurrir en la de Deptford). Se valoró especialmente que Davies sorprenda al lector, ningún camino de sus personajes es predecible, está lleno de estupendos giros inimaginables!

No, no es Alan Moore, es Wilgfortispowerful

San Paul Dempster

Ramsay, ¿Protagonista o secundario? Esa es una de las crueldades del teatro de la vida: todos pensamos que somos protagonistas, cuando se hace evidente que somos simples secundarios o figurantes, raramente lo reconocemos... escribe él mismo. Debatimos un buen rato si Dunstan Ramsay se puede considerar o no el protagonista. Quedamos en tablas, porque no creemos tampoco que sea secundario. Ni una cosa ni otra, sería algo así como un protagonista pasivo, a ese consenso llegamos. Pasividad, por otra parte, totalmente original y digna de admiración para sustentar semejante trama. El informe de Ramsay para contraatacar aquella pobre e injusta reseña sobre su persona, deja escrita una vida compartida con personajes increíbles, entrañables y apasionantes. Los repasamos a prácticamente todos, y puestos a escoger preferidos, Closeau y Toronto escogen a Mary Dempster, la santa loca. Julián a la misteriosa y simiesca Liesl. Powerful al bolandista bon vivant Ignacio Blazón. Samedimanche, al más activo de los pasivos habidos y por haber, Dunstan Ramsey. Pero no olvidamos a Leola, la típica chica guapa del pueblo sin demasiadas aspiraciones, la fanfarroneria de Boy Staunton y la bicha de su segunda esposa. El gris oscuro Amasa Dempster. Orpheus Wettenhall y sus problemas con la escopeta. O los padres de Dunstan, buenos no tan malos, condicionados por una estricta educación religiosa, como el resto del pueblo, un Deptford cerrado y opresivo del que quien huye, no vuelve jamás.
Los más atentos lectores sarteneros detectaron un posible error de Davies cuando nos habla de la Virgen de Guadalupe y los españoles, que en realidad deberían ser los mexicanos. Celebramos el momento vodevil entre Liesl y Ramsay, que podría ser un cuento totalmente independiente a la novela, muestra al Davies más teatral (él mismo fue actor en su juventud) y añade un poco de sal gorda al fino sentido del humor presente a lo largo de toda la novela.

Wilgefortiscloseau, extasiada

Un estupendo sabor de boca nos dejó El quinto en discordia. La Sartén Littéraire nos unimos a las recomendaciones entusiastas, premios y excelentes críticas que ha cosechado La Trilogía de Deptford (no olviden leer también Mantícora y El mundo de los prodigios, forman un todo excepcional!) desde que la tradujo Libros del Asteroide.

En fín, quien dijo aquello que donde hay pelo, hay alegría, no iba nada equivocado. Una velada barbuda y feliz que terminó en tarde de sofá y manta-bota!
//
Detalle de la manta-bota y las bat-pantuflas

Para la próxima Sartén del nuevo año, Kira escoge y vuelve a los autores latinoamericanos, su granito más de frijolito! El libro será Rayuela de Julio Cortázar.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Excursión a Deptford

Se acerca el día...
El próximo lunes, 6 de diciembre, la Sartén se va de excursión!
Con el pretexto de charlar entorno a El quinto en discordia de Robertson Davies.
El destino, la humilde morada de Toronto, en un pequeño pueblo al pie de las montañas que, como el Depford de Dustan Ramsay, carece de esa dignidad que otorgan unas afueras.

Como aperitivo a la tertulia, aquí va un fragmento del texto De repente, un libro. La trilogía de Deptford, de Robertson Davies escrito por José Miguel Colldefors. Una estupenda reseña que circula por Internet y que, vía Amos Oz, compara la trilogía de Davies con otro de los grandes libros que han pasado por La Sartén, el Winesburg, Ohio de Sherwood Anderson. Bonita coincidencia.

"[...] el primer volumen de la Trilogía de Deptford, su deslumbrante comienzo. En el prólogo, Valentí Puig nos habla del autor, Robertson Davies, canadiense de Ontario, fallecido en 1995, como de un hombre "civilizado, divertido, cerebral", autor de once novelas. Algo ya se editó de el en España hace tiempo y, en medio de la mediocridad general, pasó desapercibido. Un autor profundo y conmovedor al que, como a tantos otros, no se le presta atención alguna. Ahora, tenemos, gracias a la edición, preciosa, de una novela extraordinaria, otra ocasión de leer a Davies.
El quinto en discordia resulta ser Dunstan Ramsay, así le llama Liesl, uno de los personajes más fascinantes de la trilogía: " ¿Quieres saber qué creo que eres, Ramsay? Creo que eres un quinto en discordia ". Todo comienza con la narración, que pronto sabremos que es, en realidad, un informe, de lo que ocurrió a las 5.58 de una tarde de diciembre en Deptford, un pueblo tan pequeño "que carecía de esa dignidad que otorgan unas afueras ". En aquel momento, un muchacho, el amigo Percy, alguien a quien vamos a conocer muy bien más adelante, lanza una bola de nieve a Dunstan Ramsay, pero Dunstan la elude y la bola de nieve, que la rabia y la impotencia había lanzado como gesto final de una derrota infantil, golpea a la esposa embarazada del reverendo Demspter y este hecho, imprevisto y fatal, precipita el nacimiento de Paul, y, con este nacimiento, el de las historias cruzadas que nos ofrece Davies. Paul será un niño enfermo y humillado y un día, al cabo de los años, un mago genial sin pasado, o con demasiado pasado para poder soportarlo, como el propio Paul contará en el tercer volumen de la trilogía ( El mundo de los prodigios ). Y cambia la historia, la pequeña historia de los personajes que llenan las sobrecogedoras páginas de esta obra impagable, páginas en las que la locura, la muerte, la miseria moral, la inteligencia y el desamor conviven gracias al talento y al oficio del autor. La señora Dempster llega a ser una santa loca; su hijo Paul un mago errante; Percy, un empresario con ambición política, Dunstan Ramsay, un profesor aparentemente gris y un escritor especializado en vidas de santos .
La trilogía ( El quinto en discordia, Mantícora, El mundo de los prodigios ) nos va contando como pasan los años y cómo las crueldades de la vida y el azar nos transforman y nos dejan de la mano. Todos pensamos, en algún momento, que somos protagonistas, y cuando se hace evidente que somos personajes secundarios no sabemos bien qué hacer, adónde dirigir nuestra mirada y nuestros anhelos. Ése es el drama, ésa es la vida, esto, la grandiosa novela de Davies, es literatura.
El segundo volumen de la obra (Mantícora) es, entre otras muchas cosas, una exploración en la mente, y el corazón, de David Staunton, el hijo de aquel Percy que lanzó, sin fortuna alguna, la bola de nieve que desencadena la historia que se nos está contando: exploración, expiación, en torno a lo que hay tras un misterioso poemilla de Ibsen ( " Vivir es batallar con los trasgos/ en la cripta del corazón y el cerebro") y tras el destino, destino que va a unir, muchos años después a Percy, que es o fue el magnate Boy Staunton, al quinto en discordia y a Paul Dempster.
Editada por Libros del Asteroide y traducida por Natalia Cervera, el primer volumen, y Miguel Martínez- Lage, traductor también de Banville y de Boswell, los dos últimos, el relato crece, poderoso, a partir de los hechos corrientes, de la gente común de Deptford, hasta las regiones más oscuras e inesperadas del alma humana, todo contado sin premura, dejándonos sorpresas y luces y sombras, en cada página.
Otro autor grande entre los grandes, Amos Oz, escribe en Una historia de amor y oscuridad sobre lo que supuso para él, o, mejor, para el narrador de esa novela, el descubrimiento del muy poco recordado Sherwood Anderson, contemporáneo de Faulkner, y de cómo Anderson en su libro Winesburg.Ohio le hace comprender que el mundo escrito no gira alrededor de Milán o París sino que gira siempre alrededor de la mano que escribe en el lugar que escribe: " donde tú estás está el centro del universo". Así es, en un poblado de Ohio o en Deptford, el pueblo en el que nace la historia de Robertson Davies, está el centro del universo, y no hace falta salir de allí, allí está el triunfo y la derrota de cada uno y, plena la literatura que queremos merecer y que siempre uno anda buscando."

De repente, un libro. La trilogía de Deptford, de Robertson Davies por José Miguel Colldefors.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Magia

//
Magnus Eisengrim
, o Paul Dempster, sólo existe en la Trilogía de Deptford. Por lo tanto, es el mejor mago del mundo en la ficción. Su gran referente real es Robert-Houdin, el gran mago francés, maestro de magos, padre de la magia moderna. Eisengrim tiene mucho en común con él, e incluso protagonizará en El mundo de los prodigios (última entrega de la trilogía) un biopic de Jean Eugène Robert-Houdin (1805-1871), aunque un tanto manipulado para lograr su lucimiento personal. En el mundo real, muy dado también a ciertos prodigios, Ehrich Weiss (1874-1926), famoso mago escapista norteamericano de orígen húngaro, utilizó el nombre artístico de Harry Houdini en honor al maestro. Pero, ¿cuál sería el referente actual de Magnus? ¿Qué gran mago ha llegado hoy hasta límites prodigiosos? Pues, con el permiso de Juan Tamariz, ese mago no puede ser otro que David Copperfield.


¿Estará el secreto en la laca? ¿Quizás en el jersey ochentis de mangas anchas y enormes hombreras? ¿Explicó el truco a Claudia? Muchas preguntas y una única respuesta:
MAGIA.


Todas las imágenes pertenecen al libro: Daniel, Noel (Ed.). Magic, 1400s-1950s. Köln [etc.]: Taschen, 2010. 29 x 44 cm., 650 p. ISBN: 978-3-8365-1860-4

domingo, 28 de noviembre de 2010

Tres pelos tiene mi santa...

Santa Librada o Santa Wilgefortis
es una popular santa portuguesa, cuyo culto surgió alrededor del siglo XV.
Es patrona de las mujeres mal casadas.
(Fuente: Wikipedia)


“… dos médicos de la Universidad Estatal de Nueva York, los doctores Moses y Lloyd, que habían publicado sus descubrimientos sobre el crecimiento anormal de cabello en mujeres con desordenes emocionales fuera de lo común; citaban varios casos de crecimiento de barba en jóvenes víctimas de de desengaños amorosos, y además existía la información de dos médicos ingleses que daban fe del crecimiento de una frondosa barba en una joven cuyo compromiso matrimonial había sido brutalmente anulado. ¿Habría alguna relación con santa Liberata?. Me dirigía a Europa con el propósito de descubrirlo.” R.D. El quinto en discordia. Pág. 191.

Wilgefortis de nuestro tiempo, Jennifer Miller capitanea el Circus Amok desde Coney Island, New York. Los tiempos cambian...

jueves, 25 de noviembre de 2010

San Dunstan


El que sería San Dunstan nació en el año 909 en Baltonsborough, Glastonbury, Inglaterra.
Hijo de Heorstan, un noble de Wessex ,sobrino de San Athelm ( monje en Glanstonbury y obispo de Wells ), y con parentesco con San Alphege de Winchester ( secuestrado y asesinado por los vikingos), fue
Obispo de Canterbury, Inglaterra.
En su infancia y juventud recibió una buena formación literaria y también en el arte de la pintura, orfebrería y en el manejo del arpa hasta que, a raíz de una grave enfermedad se hizo monje.
Restauró la Abadía de Grastobury, en la que poseía una pequeña fragua donde solía fabricar calices y otros objetos necesarios en la abadía.
Justamente en torno a su fragua existen leyendas en las que venció al demonio gracias a su agudeza. Una de ellas cuenta que una vez el diablo se le apareció como una bellísima mujer que intentó seducirlo, pero al ver que nuestro santo se mostraba indeferente retomó su forma
real, ante lo que Dunstan optó por agarrarle la nariz con unas tenazas que estaban en el fuego hasta que el demonio aceptara su derrota.
Vivió exiliado en Gante hasta que fue llamado por el rey Edgar y pasó de la sede episcopal de Worchester a la de Londres y finalmente a la de Canterbury.
Se le recuerda como gran renovador de la vida
cristiana en Inglaterra y murió en el año 988 en Canterbury.
Es el patrono de los herreros, de los orfebres, de los joyeros, de los cerrajeros y de la diócesis de Charlottetown en Canadá.



The Little Lives of the Saints de Percy Dearmer
Ilustrado por Charles Robinson.
London: Wells Gardner, Darton & Co., 1904.
Disponible aquí.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Hobos

Paul Strand
The White Fence, Port Kent, NY, 1916

En los Estados Unidos y el Canadá, desde finales del siglo XIX y parte del XX, especialmente durante la Depresión y hasta los años 50', era frecuente ver en las paredes de las casas, aceras, vallas y postes, marcas con tiza, pintura o carbón. Señales hechas por vagabundos, destinadas a que los demás vagabundos que pasasen por allí supieran qué trato iban a recibir.
//
Esta comunidad es indiferente a la presencia de un vagabundo
Hobo variante: Aquí vive una señora muy cariñosa con los vagabundos
(y se llama Mary Dempster!)

Hobos, o el lenguaje secreto de los vagabundos. Los símbolos básicos en esta página: CyberHobo

viernes, 22 de octubre de 2010

El destino incordia

//
Gilbert Garcin
Le choix décisif, 2006
(Foto : Gilbert Garcin)


"Alrededor de la misteriosa muerte del magnate canadiense Boy Staunton se teje la trama de esta novela. La narración corre a cargo de Dunstan Ramsay, amigo desde la infancia de Staunton, quien al intentar aclarar las circunstancias de su muerte no tendrá más remedio que enfrentarse al relato de su propia vida. Desde el principio de la historia, Ramsay ejerce una influencia mística y no del todo inocua en cuantos le rodean: acciones en apariencia inocentes –una pelea con bolas de nieve o el aprendizaje de trucos de cartas– se revelarán como acontecimientos decisivos en las vidas de otros.

El quinto en discordia es una muestra de la maestría de Davies para la novela: su erudición le permite tratar los temas más diversos –el circo, el santoral, la primera guerra mundial, o la vida en un internado– con una naturalidad asombrosa; y su imaginación teatral logra cautivar al lector desde el inicio. La primera novela de la Trilogía Deptford, la más aclamada de Davies, se alza como la historia de un hombre racional que descubre en lo mágico un aspecto más de lo real.

//
Robertson Davies
(Foto: Harry Palmer)

Robertson Davies (1913-1995) murió siendo un escritor mundialmente famoso y uno de los autores canadienses más importantes. Nacido en la región de Ontario, se educó en distintas instituciones de su país y Europa. Tras licenciarse en Literatura en Oxford, trabajó como actor en la Old Vic Repertory Company, donde conoció a la que más tarde sería su esposa. En 1940 regresa a Canadá para dedicarse con éxito al periodismo y a escribir comedias; su columna humorística, firmada con el seudónimo de Samuel Marchbanks, tuvo un éxito inmediato y algunas de sus obras de teatro –que él mismo produjo– fueron muy aclamadas. A comienzos de los años cincuenta publica la primera de sus once novelas, organizadas en trilogías, que lo harían mundialmente famoso: la Trilogía Salterton; la Trilogía Deptford: El quinto en discordia (1970), Mantícora (1972) y El mundo de los prodigios (1975); la Trilogía de Cornish: Ángeles rebeldes (1981), Lo que arraiga en el hueso (1985) y The Lyre of Orpheus (1988); y la inacabada Trilogía de Toronto. En los años sesenta abandonará progresivamente el periodismo y comenzará a enseñar literatura en la Universidad de Toronto, actividad que compaginará con la escritura hasta su jubilación.
Además de novelas, Davies es autor de una treintena de libros entre cuentos, obras de teatro, crítica literaria y recopilaciones de artículos."*


miércoles, 20 de octubre de 2010

Honorato, ¿miramos la tele un rato?

//
Je vous parrrrrrrle d'un temps que les moins de vingt ans ne peuvent pas connaîtrrrrrrre ... La bohème, la bohème... Sonaba la voz de Charles Aznavourrrrrr en el tocadiscos mientras iba llegando la Sartén Littéraire al salón de Madamme d' Insonrible. En la cocina, alboroto con los últimos preparativos de la comida. En una habitación contigua, Kira concentrada terminando de leer el libro a su ritmo maratoniano. La bohème, la bohème... Nous ne mangions qu'un jourrrrrr surrrrrrrr deux... nada más alejado a nuestra realidad: pastel de verduras, escalopes de pollo al roquefort, patés, quesos, brazos de gitano con chocolate caliente, magdalenas de Cup&Cake, vino francés.... Desde luego, nada de pasar hambre en La Sartén. Primero se come y después, ya en los cafés y licores, vamos a por la tertulia, esta vez sobre Las ilusiones perdidas de Honoré de Balzac.

En la foto, Red velvet, una magdalena riquísima y nada bohemia.

Ne me quitte pas, je peux pas oublié... ahora cantaba Edith Piaf. Las ilusiones perdidas se hizo un poco pesada, pero gustó y a nadie se le ocurrió abandonar la lectura, aunque más de uno declaró sin rubor que pasó la guillotine en algún que otro capítulo... Flotaba en el ambiente el orgullo y el placer de haber leído a uno de los grandes clásicos franceses. La trama - puro folletín, apuntó Julián- sostiene una novela densa, desbordante de información: mil datos, nombres y detalles... ese realismo enciclopédico que en su época (de la que retrata usos y costumbres) y por entregas, debía hacerse mucho más ligero de digerir.
//
V.Cornis
La fabrique CAMOIN de la rue d’Aubagne, 1861

(Se usó para la cubierta de la edición de bolsilo francesa)
//
Con algo de relleno para alargar la trama y para llegar a todo tipo de público: del interesado sólo en la crónica rosa entre los amoríos y vestidos de lujo, al que se interesaba más o igual por el funcionamiento de un molino papelero, de una imprenta, la economía regional o los entresijos del mundo editorial. Así lo expuso Insonrible, aunque Samedimanche no estaba tan de acuerdo... ya que sus admirados Charles Dickens , Wilkie Collins y otras anglo-momias del XIX trabajaban por entregas y leídos de un tirón se hacen mucho más amenos. Honorato era así, no lo podía evitar, trabajador incansable, tenia cuerda para rato y... ¡ muchas deudas que pagar! Balzac, recordó Insonrible, abrió varios periódicos que fracasaron estrepitosamente y le arruinaron varias veces. Tuvo que encerrarse para desaparecer (como David en la novela) y escribir mucho para devolver hasta el último céntimo. Closeau recordó que Gerard Depardieu protagonizó el biopic sobre la vida de Balzac y que también el pobre Depardieu va dando bandazos en su vida personal, como cuando su hijo paseó todas las miserias familiares por los journal de Patrice de las teles de Francia ...


Balzac, Honoré de. Il·lusions perdudes.
Barcelona: Proa, 2008.
(A tot vent; 503). 584 p.
ISBN: 9788484374756

Mais mort ou vif, Je reste négatif... la voz de cazalla de Benjamin Biolay susurraba de fondo. Honoré de Balzac no deja títere con cabeza. Vaya panda de indeseables desfilan por la novela. Nadie cogió mucho apego por alguno. Empezando por Lucien de Rubempré, ese poeta ubersexual, joven inexperto en todo, ambicioso y arrogante, afectado de vergüenza ajena por el arte de escribir, dandy provinciano sensible y amanerado (algo de tomate filo-gay entrevió Julián en esa relación con David, el íntimo amigo, como un hermano... Y no hablemos ya de esa relación de secretario y esclavo sumiso del cura español... ). Su círculo familiar (Éve, David, la madre) de tan asquerosamente buenos, son tontos. El padre de David, la avaricia personificada, al que encontramos una bis cómica muy de agradecer. Como también la tiene Louise de Bargeton, patética en ese ansia por quitarse de encima en París a la provinciana que lleva dentro, por aparentar ser más joven, o en dárselas de intelectual... En el mundo de la literatura, el periodismo y el teatro del XIX francés, queda claro que si no tenías un buen enchufe, no llegabas demasiado lejos (y los tiempos no han cambiado demasiado...). Balzac recrea toda una galería de arquetipos con los que se despacha a gusto sobre la juventud, el amor, la fe, el honor, la ambición, la envidia, la falsedad, la amistad, el perdón, la culpa, la decepción, la fama, las apariencias, el interés, la corrupción, el amiguismo, la justicia, la diferencia de clases, el chantaje, la conspiración, el sacrificio, el talento, la venganza, la muerte, el destino, la perversión... contra algunas situaciones que probablemente le tocaron vivir. Las ilusiones perdidas no son únicamente las del desdichado Lucien. Balzac era muy dado a sentenciar con frases lapidarias (Kira terminó varios paquetes de post-its para marcarlas) y también se le puede achacar un gusto muy pedante por citar y situarse entre referentes de altura (Hugo, Voltaire, Molière...) con bastante frecuencia y ni gota de pudor.


Balzac, Honoré de. Las ilusiones perdidas.
Barcelona: DEBOLSILLO, 2007.
752 p.
ISBN: 9788483464298

Je t’aime je t’aime, Oh oui je t’aime - Moi non plus - Oh mon amour... la Birkin y Gainsbourg maúllan como gatos en celo. Oh oui, oui, Las ilusiones perdidas nos gustó, pero como la escritura de Balzac, en La Sartén Littéraire somos muy dados a irnos por las ramas, así que terminamos hablando del libro y de mil cosas más: nuevas lecturas, música, películas por ver, series de televisión, muchas series... Honorato, ¿miramos la tele un rato?


Y para la próxima reunión sartenera, escoge Toronto y nos vamos todos al Canadá con El quinto en discordia de Robertson Davies.

jueves, 14 de octubre de 2010

Chicas y chicos, al salón

//
Chez Madame d' Insonrible
Domingo 17 de octubre,
a partir de las 14:00 horas.

Retrato de Delphine de Girardin (1804-1855),
por Louis Hersent (1777-1860)


Allons enfants de la Patrie,: Le jour de gloire est arrivé! Sí, después de unas largas vacaciones de verano y parte del otoño, llega por fin una nueva reunión de La Sartén Littéraire. Amantes todos y poseedores algunos de lenguas tan afiladas como la pluma de Balzac, charlaremos sobre su enciclopédica visión de la comedia humana en Las ilusiones perdidas.

Retrato de Juliette Récamier,
por el barón Gérard (1802)

"Los últimos salones literarios dignos de ese nombre, bajo la Restauración, fueron los de Juliette Recamier y Delphine de Girardin, a los que asistió regularmente, entre otros, Théophile Gautier, Honoré de Balzac, Alfred de Musset, Victor Hugo, Laure Junot Abrantes, Marceline Desbordes-Valmore, Alphonse Lamartine de, Jules Janin, Jules Sandeau, Franz Liszt, Alexandre Dumas, George Sand y Hamelin Fortunée. "*

Así que, almidonen las enaguas, madames; cepillen los redingotes, monsieurs... luzcan sus mejores galas bajando por las ramblas en el carruaje que les llevará hasta le salon littéraire de Madame d' Insonrible, la plus française salonnière de la ville de Barcelone!
Au revoir!


*Imágenes y texto: Femmes et salons littéraires

sábado, 9 de octubre de 2010

Curiosas especies morales

Raymond Savignac
Le Figaro

Lucien de Rubempré quiso triunfar como poeta, pero el éxito fulminante (y el declive) le llegó ejerciendo de periodista. En Un gran hombre de provincias en París, la segunda parte de Las ilusiones perdidas, Balzac muestra al detalle el ambiente periodístico del París del siglo XIX.
Este año 2010, la editorial zamorana Comunicación social publicó por primera vez en castellano un estudio que Balzac escribió en 1843 dedicado exclusivamente al gremio:

Balzac, Honoré de
Monografía de la prensa parisina [Los periodistas]. Manganeses de la Lampreana: Comunicación social, 2010. (Historia y presente; 4). 192 pág. ISBN: 978-84-96082-43-4

Aquí va un extracto de un artículo aparecido en La opinión de Zamora a raíz de la publicación del libro:

"Por sus páginas desfilan los distintos arquetipos de periodistas de la época «bajo la mirada ácida e irónica de Balzac, quien también se dedicó al periodismo y cuyas empresas acabaron todas en la ruina económica». Balzac no deja «títere con cabeza» en su descripción de la «fauna» periodística y las formas en las que este oficio se desarrollaba entonces. «Los paralelismos que el lector encontrará entre esa Prensa del pasado y el actual estado de la profesión no le dejará indiferente».

El tono irónico que recorre toda la obra se aprecia también en su propia estructura narrativa al organizarse el texto según los criterios habituales analítico-descriptivos de las ciencias naturales de comienzos del siglo XIX: géneros, subgéneros y variedades, y aderezándose la narración con diferentes axiomas en los que Balzac extrae conclusiones rotundas como ésta: «Se matará a la prensa como se mata a un pueblo: dándole la libertad». Balzac presta a la prensa «la misma atención que la zoología ha dedicado a las monografías de los anélidos, de los moluscos, de los entozoarios, y en la que no podían faltar tan curiosas especies morales».

Según el editor, «nos encontramos ante una obra audaz y divertida, irónica y mordaz, e imprescindible para conocer más de cerca la historia de la prensa. Y todo ello a través de la pluma de una de las grandes figuras de la literatura francesa, Honoré de Balzac».
En esta Monografía inédita hasta ahora en España, el autor divide la prensa parisina en dos géneros fundamentales: el género publicista y el género crítico. Entre las diferentes variedades de periodistas, Balzac diferencia, entre otros muchos, al tenor (editorialista), al nadólogo, al director-redactor en jefe-propietario-gerente, al panfletario, al crítico de rancio abolengo, al joven crítico rubito, al bravo y al guerrillero."*

*Gómez, I. Los periodistas según Balzac. En: La opinión de Zamora, 1 de Febrero de 2010.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Ponte el redingote que ya refresca

//
Élegances françaises du XIXe siècle

De esta guisa se paseaba boquiabierto Lucien por la gran Galeria Vidriada de París, observando el alboroto del gentío circulando entre las paradas de fruta y de flores, las tiendas de sombreros, las librerías y las barracas de charlatanes y ventrílocuos.

"Vestimenta, complementos y detalles de la moda en el hombre del s. XlX: Los hombres chisperos visten calzones con faja de seda y chaquetilla de alamares, las clases elevadas llevan frac con hombreras anchas y cuello vuelto. Calzones ceñidos o pantalones. Chaleco y corbatín o corbatas anchas. Redingotes . En 1840 el frac es ajustado y con faldones mas estrechos; el pantalón tiene trabilla, usándose levita con amplios faldones. El chaleco es corto y la corbata grande. Esclavinas. Pelo rizado y largo, bigotes, patillas y perillas. Sombreros con copa alta". Fuente: La moda del siglo XIX.

Caballero con redingote (1813)

viernes, 10 de septiembre de 2010

¿Qué me pongo?

//

Para no quedar fatal en la capital con aquel vestido de terciopelo verde tan de pastorcilla provinciana, aquí van algunas recomendaciones de alta costura parisina para Madamme de Bargeton. Sigan su ejemplo y olvídense de hacer la mamarracha en la recepción de la marquesa o en el palco de la ópera... aunque sólo sea en el vestir, claro.

Les modes parisiennes, Septiembre, 1865.


Les Modes parisiennes, Una tarde de Verano, 1886.

Encontrarán estos y más modelos de Les modes parisiennes en la
New York Public Library Digital Gallery. No se la pierdan.

¿Y para ellos, qué? Levitas, casacas, chalecos, chisteras, botas... En un próximo post nos vamos de tiendas de caballero de la mano de la víbora Du Châtelet.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Mapa de la comedia humana

La comédie humaine
Ja, ja, ji, ji. Je me part.

(Imagen: Readliterature)

Empezamos un nuevo curso... en Angoulême, la localidad donde La Sartén Littéraire ha pasado parte de las vacaciones de verano... através de Las ilusiones perdidas.
La ¿apasionante? vida de provincias.

Angoulême siglo XIX

Angulema (en francés Angoulême) es una ciudad y comuna del sudoeste de Francia situada a orillas del río Charente; es la capital del departamento de Charente y del distrito de Angulema, así como de los cantones de Angoulême-Est, Angoulême-Nord y Angoulême-Ouest. Se encuentra en la región de Poitou-Charentes. Sus habitantes, en francés, son conocidos como angoumoisins. Actualmente, son 102.368 y su superficie de 21,85 km², lo que le da una densidad de población de 1.976 hab/km².
//

Durante la Revolución francesa, debido a que el nombre de la ciudad había sido asumido por una de las ramas de los reyes de Francia (los Angulema, rama de los Valois), se le cambió el nombre a la ciudad, que pasó a ser conocida como Montagne-Charente.
Su economía se basa en las fundiciones de cobre, el papel, las armas, cera, comercio de vinos y calzado. Destaca su catedral románica del siglo XII (Catedral de Angulema). Anualmente, se celebra en ella el Festival Internacional de la Historieta de Angulema, el más importante de la historieta francófona. (Fuente: Wikipedia).

Y repescamos del mes pasado una noticia sobre otra de las novelas que también forma parte de La Comedia humana de Balzac:

"La editorial Siruela inaugura su colección de clásicos con un libro indiscutible: Eugenia Grandet, de Balzac. Es uno de sus libros emblemáticos, que contiene la creación de una figura de avaro que no tiene nada que envidiar al Avaro de Molière o al Scrooge o al Fagin de Dickens. Con todo, el gran personaje es Eugenia Grandet y la novela se convierte, de la mano de ella, en una visión del amor desde la inocencia hasta la cruel realidad dando a luz un personaje excepcional, tocado por esa gracia especial de Balzac para convertir en héroe casi épico -en ese caso heroína- a gente de la vida corriente. Tanto el tío Grandet como el primo Charles (superior el primero en cuanto personaje, pero muy finamente trazado el segundo) actúan como contraste para crear a Eugenia, con una sutileza, juego de matices y calidad de mirada realmente soberbias."*
*Para leer toda la noticia: Guelbenzu, José María. Compañeros ideales. El País – Babelia, 14-08-2010.

viernes, 16 de julio de 2010

De vacaciones con Honorato

Oui, Honorato c'est moi.

Félix Nadar
Retrato de Honoré de Balzac, 1842

"Las ilusiones perdidas (título original en francés: Illusions perdues) es una novela de Honoré de Balzac que pertenece a su serie titulada La comedia humana. Fue publicada originalmente en tres partes entre 1836 y 1843, cuyos títulos fueron: Les Deux Poètes («Los dos poetas»), Un grand homme de province à Paris («Un gran hombre de provincias en París») y Ève et David («Eva y David»). Forma parte del gran conjunto de sus estudios de costumbres, y más concretamente de sus «Escenas de la vida provinciana» (Scènes de la vie de province). (1)

/////

Adrien-Moreau
Ilustraciones para las Ilusiones perdidas de Honoré de Balzac, 1837

Las ilusiones perdidas es una de las obras más importantes del ciclo de La Comédie humaine de Balzac. Un joven poeta de provincias, Lucien Chardon, tan pobre e ingenuo como ambicioso, busca hacerse un nombre en París. En la ciudad se convierte en el protegido de una mujer casada cautivadora, la señora de Bargeton, que debe ayudar a su ascensión en los círculos glamurosos de la capital. Pero Lauren no se da cuenta que el mundo donde ha entrado es mucho más peligroso de lo que parece. A medida que la reputación de la señora de Bargeton empieza a tambalearse, Lucien ve como sus rivales conspiran contra él para defenestrar a ella, aprenderá que, allá donde vaya, el talento tiene poco valor al lado del dinero y las intrigas de la gente sin escrúpulos.(2)
//
(Fuentes: (1) Wikipedia y (2) Proa).



Y así, leyendo Balzac a la sombra de una parra, les dejamos hasta septiembre.

¡Felices vacaciones de verano!

martes, 13 de julio de 2010

La Sartén en llamas

De esta guisa andan algunos en verano...
(Foto: 20 minutos)

Domingo de calor, mucho calor... casi como en el Coloso en llamas... Refugiados bajo el aparato de aire acondicionado del salón comedor de Samedimanche, La Sartén Littéraire se reunió para charlar y comer entorno a Invisible de Paul Auster. No contamos con la opinión de Raúl, sartenero que había escogido el libro, porque no vino. Se hizo el invisible, chiste fácil... Sabíamos que le había gustado mucho, pero no lo pudo defender con la pasión desatada de rompe y rasga a la que nos tiene acostumbrados, así que iremos directos a algunos aspectos que comentaron los presentes y visibles.

¿Gavilán o paloma?
///
Esta vez empezaremos por Closeau, que siempre se queja que no la dejan hablar. Cuando pudo, aseguró que el padre de familia de aquel anuncio de un banco con la canción “Gavilán o paloma” se parece a Paul Auster. Muy interesante su aportación, Closeau. Si no lo aprecian bien en la foto, pueden comprobarlo mejor aquí (si no lo han suprimido). Vaya de paso todo esto dedicado a la gran Abutrí de Getafe, sartenera invisible en la distancia que no en el recuerdo, que se queda sin palabras (se mea, vaya) con la canción de Pablo Abraira.

Continuemos. Invisible nos gustó por mayoría absoluta, pero de maneras distintas, sin mucho aspaviento general. Sus personajes se encontraron altamente esteriotipados, rozando lo infantil y lo risible: el malo es malísimo, el bueno buenísimo, la francesita misteriosa de no-intentes- comprenderme-que-soy-muy-complicada, el escritor de éxito tan competente y comprensible él, etc.. hasta la francesita tonta tontísima de irritable que cierra la historia (y que lee a Vilamatas...). Sin embargo, la novela funciona. Engancha, sus cambios de voz narrativa y giros de rumbo sorprendentes te arrastran, quieres saber qué va a pasar. Un interés que para algunos costó en arrancar, pero que después crece y no decae más. Y es que el Sr. Auster, coincidimos en opinar, escribe muy bien y se las sabe todas... El azar (Insonrible apuntó que al propio Auster le tocó una herencia que le permitió dedicarse a escribir), las casualidades, personajes que sufren cambios desafortunados, situaciones inesperadas... Invisible tiene todos los elementos habituales de Auster, pero según los presentes que más le han leído, no es su mejor novela, que a una por año, el hombre está imparable. Se apuntaron en la cima la Trilogía de Nueva York y Leviatán (aunque a Julián esta última no le gustó nada). A Kira y Samedimanche les gustó más Brooklyn Follies que Invisible.

Debatimos sobre el título, ¿porqué se llamará Invisible? Insonrible mostró la foto de la cubierta de la edición de Círculo de lectores que ella leyó, muy ilustrativa para entender el porqué al que llegó. Muestra un hombre cubriendose el rostro con sus manos. Ahí se esconde quien está detrás de toda historia, oculto, invisible, quien maneja los hilos de la imaginación, de la verdad y la ficción, no es otro que el escritor. Invisible, sin duda, atesora una original reflexión sobre el hecho de escribir.

Comentamos los escenarios, especialmente los de Nueva York y París, que a todos nos encantan. Los ambientes y el extenso catálogo de referencias culturetas (cine, literatura, música...), nada forzados, parecen lógicas entre personajes con estudios universitarios. A nadie le parecieron ni excesivas ni escandalosas las escenas de sexo, incluidas las incestuosas. Y Toronto (a lo intelectual de andar por casa) insistió con las dobles lecturas dantescas que desgrana Paul M. Dolan en este artículo. No era necesario para disfrutar igualmente de la novela, pero sí nos sirvió para entender mejor el final. Ese viaje a la isla es una bajada a los infiernos parecido al final de El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad.

Otra foto de cubierta: Alguien invisible les observa.

Auster, Paul. Invisible. Traducción de Benito Gómez Ibáñez. Barcelona: Anagrama, 2010. (Panorama de narrativas). 288 p. ISBN:978-84-339-7522-5. 18 €

Auster, Paul. Invisible. Traducció d'Albert Nolla. Barcelona: Edicions 62, 2010. (El balancí; 626). 256 p. ISBN:9788429763638. 18 €.

En el apartado gastronómico, pesó más La France que los USA. Ensalada, quesos (aunque poco franceses, riquísimos los quesos holandeses del reciente viaje de Closeau por los Países Bajos), embutidos, patés... Pulpo, en homenaje a el pulpo Paul, pitoniso del mundial de fútbol y tocayo de Auster... que acertó! El plato fuerte et les plus française fue la deliciosa quiche de pollo, espinacas y queso que trajo Kira (con sonora felicitación por teléfono a M., la cocinera). Entre las bebidas, triunfó el tinto de verano y también el rosado de verano, fresquitos, fresquitos. Terminamos con helado (Contesa, ese clásico del domingo veraniego), pastelería fina, cafés con hielo y un espectacular té frío de piña colada con el que Samedimanche, anfitriona de lujo donde las haya, nos sorprendió a la altura de Paul Auster y su Invisible.


Y para estas vacaciones santillana en la sartén ... Insonrible escogió a Balzac.

viernes, 9 de julio de 2010

Fútbol invisible

Boris Mikhailov
Football

La ola de calor puede dejar frita a más de una, pero se mantiene nuestra próxima cita en La Sartén Littéraire antes de las vacaciones estivales. Será el próximo domingo 11 de Julio a las 14:30 h. en Can Cumbres (la morada maelström de Samedimanche). Las opiniones sobre Invisible de Paul Auster se harán visibles, con la final del Mundial de fútbol de fondo y el aceite al rojo vivo.

Attila Csörgo
Football World Map

(Fotos: Artnet)