Pasemos entonces a algunas de las cosas que se dijeron durante la tertulia. La primera, otra impertinencia, fue sobre el libro y la soltó Raúl: solo una maricona mala podía escribir esto. Después de semejante titular, Raúl se explicó mejor: Saki tenía una lengua afilada y la usó todo lo que pudo contra su entorno, el de la alta sociedad eduardiana, en el que se sintió siempre repudiado por ser homosexual (no declarado, porque nunca lo hizo público y porque de haberlo hecho, habría ido directo a la cárcel, como hicieron con Oscar Wilde por una simple acusación) y por su tez morena (su parte birmana más visible).
B. Powerful explicó que escogió los cuentos de Saki porque siempre le proporcionaron sonrisas para aplacar cualquier momento de bajón de ánimo. Ganaron por mayoría (que no absoluta…) los que sí les había gustado el libro, considerándolo un juego de dardos envenenados muy bien escrito por un autor que se luce inteligente, observador, detallista, crítico, mordaz, divertido, cruel, clasista e incluso xenófobo, misógino, misántropo… liberal o reaccionario, la cuestión en Saki es ser siempre políticamente incorrecto… Además, como dijo Yosoyjulian, fue más experto en anécdotas que en cuentos. Lo suyo fueron doce auténticos folletines que escribió para el periódico igual de bien como los debía explicar rodeado de otras víboras durante las innumerables fiestas a las que asistió.
Cuentos llenos de perlas del tipo: La pobreza mantiene unidos a más matrimonios de los que rompe. Frase perteneciente a Esmé, el primero de los cuentos y para algunos el mejor, que deja el inicio del libro en lo alto, para después ser más irregular. Se repasaron algunos grandes momentos de los doce, todos muy divertidos, pero hubo división de opiniones general sobre los finales. Para algunos, demasiado urgentes y desdibujados, del tipo ahora termino porque sí. Para otros, en su justa medida, para dejar al lector que cierre con algo de su imaginación y conclusiones propias. Además de Esmé, quedaron entre los preferidos El barco del tesoro, El huevo de pascua y El método Schartz-Metterklume. De una recopilación de cuentos de Saki publicada por Anagrama, Raúl recomendó especialmente El ratón y El salvaje.
La edición de Navona nos pareció correcta. Desde la portada (Yosoyjulian, hombre de actividades, se identificó especialmente con la ilustración) al formato y la selección de sólo doce cuentos. Un libro pequeño que a Kira hasta le dio vergüenza sacarlo en el metro. La imaginamos rodeada de cientos de lectores lanzándole miradas inquisitivas con sus tochos de Stieg Larsson en las manos.
2 comentarios:
¡Gracias por el resumen, Toronto! Como siempre, muy acertado, conciso, inteligente y divertido.
Sí, esta vez habrá reportaje fotográfico.Mañana por la noche me pongo en el empeño de la documentación gráfica.
De nada Insonrible. Si no me cuesta nada esto del resumen porque la sartén es un no parar de cascar. ¡La de cosas que seguro me dejo! Ah, sea benévola con las fotos... ese tercer ojo...
Publicar un comentario