Eilis pasa el dia de Navidad como
voluntaria en el almuerzo benefico de una parroquia de Brooklyn.
Entre los asistentes, un anciano emigrante irlandés canta una
canción en gaélico (Má bhíonn tú liom, a stórin mo chroí),
mientras coge la mano de Eilis y la hace girar haciendo círculos en
el aire.
Má bhíonn tú liom, a stórin mo
chroí
Si eres mia, tesoro de mi corazón...
Quizás, uno de los momentos más
bonitos, emotivos y tristes de Brooklyn.
Pero,
¿QUÉ PASARÍA SI...
- El anciano emigrante, enfundado en cuero y tieso como un clavo, se marca unos pasos de baile espectaculares a lo Lord of the Dance...
- Eilis le hace coros en plan Enya: Saraué, saraué, saraué...
- El párroco, borracho de vino santo, descamisado y enseñando la rabadilla, encabeza una conga de homeless que cruza el comedor...
...Pasaría que esto sería otra novela...
Desde las llamas infernales que calientan La Sartén Littéraire, solo a una
mente enferma se le pueden ocurrir estas absurdas maneras de
estropear tan emotivo momento. Pero, no se corten, si algo falta en
Brooklyn es un poco de humor. Se aceptan más sugerencias...
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