miércoles, 12 de diciembre de 2012

Whodunit


Christie, Agatha
El asesinato de Roger Ackroyd
Barcelona: RBA Libros, 2007. 
(RBA Serie Negra).
 240 p. 
ISBN: 978-84-790-1543-5.


Puntualmente, como es debido tratándose de una cita con Poirot, acudimos a Can Cumbres (más heladas que borrascosas), la siempre acogedora morada de Samedimanche, insigne anfitriona y un auténtico pozo de sabiduría en todo lo que quiso usted saber y no se atrevió a preguntar sobre Agatha Christie. Después de la escalada a pulmón sin piolet por las cuestas y escaleras, llegaron sin aliento: Insonrible, Closeau, LittleEmily, Kira y Toronto. Sobre las cinco de la tarde, más británica que Miss Marple, se unió a la velada BPowerful, caja de galletas Fortnum&Mason (las preferidas de Isabel II para acompañar la ginebra) en mano. Excusaron su ausencia Julián, Raúl y Alushka, pasando a ser automáticamente tres sospechosos más del asesinato de Roger Ackroyd. Pero los que han leído esta novela de sorprendente desenlace, saben bien que ellos no fueron. Tranquilos, por respeto a próximos lectores, no vamos a desvelar aquí quien mató al tacañón de Rogelio...

Miss Closeau, iluminada por el amor, posando con bigotito poirot.
(Solo se libraron del bigot-photocall el Santo de Samedimanche, imperturbable en su tarde dominguera de manta y sofá, y el gato Elvis, porque, claro, el bigote lo lleva de serie).



No podía faltar una tortilla de calabacines procedentes directamente de la huerta de Hércules Poirot. Así como unos deliciosos mejillones, plato típico de Bélgica, o una francófona fondue de queso para untar mientras dices Porrott. Además, wok de fideos con verduras y un cuscús (o ese toque exótico, de Oriente al Nilo, presente también en otras novelas de la Christie). Para beber, cervezas belgas, muy apropiada la marca Judas (no diremos por qué).



De postre, plum cake de chocolate y un sorpresón que  se marcó LittleEmily: ¡¡¡un Cluedo de chocolate belga!!! Jugamos mientras tomamos los tés y cafés, para acto seguido devorarlo acompañado de galletas caramelizadas Lotus.

¡Concurso de portadas La sartén!


Ganó, como no podía ser de otra manera, la portada con diseño de Tom Adams, una más de la mítica serie que publicó en España la editorial El Molino en su colección Selecciones de Biblioteca Oro dedicada a Agatha Christie, que formó parte de aquellas lecturas veraniegas de muchos, entonces, adolescentes.

El asesinato de Roger Ackroyd gustó por mayoría. En el post anterior (Pilares de la fe christiana) Samedimanche ya dio amplia cuenta del interés de su contenido, y durante la velada, ella misma (poseedora de la bibliografía que muestra la foto de abajo) nos amplió conocimientos entorno a la obra y también sobre la vida de Dame Agatha.


Aunque siendo la más original dentro de la extensa producción de la autora, El asesinato... responde  a características típicas del género: desde el crimen de base (obviamente necesario) a la presentación y desarrollo de los personajes (el circulo familiar más próximo al fallecido, el servicio y alrededores varios, buenos y malos, solteronas cotillas (Oh, Caroline!), simpáticos o antipáticos... todos con secretos que ocultar), pasando por las mil pistas, datos y enigmas que descifrar (que el lector apasionado intentará resolver con fervor para descubrir al asesino). A una estructura de capítulos cortos que imprime ritmo y enganche, a una prosa sencilla (Insorible consideró que demasiado sencilla, directamente pobre), un whodunit perfecto, un entretenimiento muy bien trenzado que pone en jaque al lector, un género que a la Christie se le dió la mar de bien y que, fuere con Poirot (ese personaje algo quijotesco con su escudero el capitán Hastings y la sirvienta bretona) o con Miss Marple (preferida de Samedimanche por encima del belga), no dudó en exprimir al máximo en la setentena de novelas que escribió.

La velada terminó de lo más feliz, sin cadáver. Para la próxima sartén nos vamos al Canadà (pero no fue Toronto quien escogió!). Insonrible nos propone otra clase de sorpresas, las que esconde la vida cotidiana en los cuentos de Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio de Alice Munro.

2 comentarios:

Insonrible dijo...

Mister Toronto,
muchas gracias de nuevo por su espléndida crónica, que cubre todos los detalles de una velada tan british.
La verdad es que la Christie dio juego, literario o no. Y que fue una velada muy de pre-Christmas. Amable y acogedora.
Sigo pensando que tardaré mucho en leer algo de ella, pero fue un bonito momento de flash-back adolescente.

Toronto dijo...

It's a pleasure! Ser cronista no es lo que parece.